Iñaki TELLERIA
ETIHAD STADIUM

Manuel Pellegrini mete al Manchester City en semifinales por primera vez en la historia del club

MANCHESTER CITY 1

PARÍS S. GERMAIN 0


Lo que son las cosas. El Manchester City cosechará el máximo logro continental de su historia, ya tiene las semifinales, con un entrenador que no va a seguir la próxima temporada. En el duelo de clubes millonarios, en el que lo único salvable fue el gol de De Bruyne, se impuso el inglés. Tanto dinero para un espectáculo tan pobre.

A pesar de que el City empezó el partido apretando, no dejó de ser una pose. Quizás para animar a los aficionados, quizás para ver si la flauta sonaba rápido. Lo cierto es que tanto Pellegrini, aun renunciando a Touré, como Blanc diseñaron la estrategia pensando primero en no encajar y que lo otro ya llegara.

Ante un partido muy estretágico y con la calidad de algunos de los jugadores que saltaron al césped, era de esperar que el partido y, por tanto, el pase a semifinales se decidiera por un detalle o una genialidad. Ibrahimovic la tuvo a balón parado en un falta lejana que Hart desbarató con un paradón. Poco después fue Agüero quien mandó fuera el claro penalty que le hizo el portero Trapp en el minuto 28. Apuró el disparo contra el poste y se le fue al exterior.

Antes del descanso se lesionó Motta y entró Moura, pero no varió el panorama y continuó el intercambio de golpes en el centro del campo. Quedaba todo en el aire para la segunda parte con un PSG ligeramente más apurado. Aceleró el ritmo el equipo francés. Otro cañonaz0 de falta de Ibra volvió a encontrar a Hart y luego el árbitro les anuló un gol por un fuera de juego de los que se deciden por milímetros y que los colegiados, contraviniendo a la norma, siempre pitan contra el atacante. Arriesgó Blanc –no le quedaba otra, la sombra del descontento jeque es alargada– metiendo a Pastore por el defensa Aurier. Demasiado tarde para alegrías porque la genialidad estaba al caer, pero del otro lado, con el gol desde fuera del área de De Bruyne.