Raimundo Fitero
DE REOJO

La estatua

Tenían en TVE una magnífica excusa para ahorrarse unos cientos de miles de euros por esa barbaridad tan inducida desde ciertos sectores mediáticos y políticos de la caverna española que ha sido que en Eurovisión se comparara la ikurriña con las banderas de organizaciones terroristas por lo que estaba prohibido exhibirla en todos los actos. Al final la organización sueca ha rectificado debido a las presiones desde varios puntos y ya veremos los efectos propagandísticos que produce esta cagada y tiene repercusión en los resultados de audiencia. No sería de extrañar que creciera entre nuestros paisanos por ver si alguien la ondea, ya que se da la circunstancia de que la cantante que representa a España es oriunda vasca. Rosendo Mercado ha dado una lección política, ciudadana, de sentido común y de ahorro de dinero y orgullosa humildad huyendo del protagonismo barato al rechazar una idea bastante idiota de una parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, que quería hacerle, nada más ni nada menos, que una estatua en Carabanchel, el barrio donde el cantante, guitarrista o músico ha nacido, crecido, compuesto y sigue viviendo. Un acto de coherencia con su trayectoria. Y un signo de la poca consistencia que tienen algunos políticos recién llegados que confunde absolutamente todo. Se supone que estos excitables e indocumentados irresponsables entenderán el mensaje y que no harán un acto pablista contra la voluntad de Rosendo, el autor de la emblemática “Maneras de vivir” que estrenó con el legendario grupo Leño, y que es un canto a valores que son justo lo contrario a este culto a la personalidad, esta horterada retrógrada de ponerle una estatua a la salida del metro. Por cierto, que ya está diseñada, lo que puede significar que también esté ya pagada a su diseñador.