N.M.
SEMIFINAL

El Barça saca a relucir su calidad y se aprovecha de las exclusiones leonesas

El Barcelona se impuso en la primera semifinal (33-27), apoyándose en su calidad y en las cuatro exclusiones que sufrió Ademar León durante la primera mitad. A los azulgranas apenas les costó seis minutos y medio ponerse por delante en el electrónico para no abandonar su superioridad hasta el final.

Guiados por su buena circulación de balón y la conexión con el pivote, el cuadro blaugrana fue abriendo brecha en el marcador ante la impotencia de un rival que se sentía muy mermado en inferioridad. En esas circunstancias, Jallouz y Víctor Tomás hicieron mucho daño en la defensa leonesa, con sus lanzamientos y penetraciones. La versatilidad culé en ataque no encontraba freno en los de Rafa Guijosa, que veían cómo los catalanes se marchaban hasta de ocho goles al descanso, una diferencia que se antojaba excesivamente grande como para dar la sorpresa tras el descanso.

Ademar gana la segunda parte

Pese a ello, Ademar no le perdió la cara al encuentro y se vació, sino para remontar ante la apisonadora azulgrana, sí por lo menos dejar con un buen sabor de boca a las decenas de aficionados que se desplazaron hasta La Catedral iruindarra. Ya sin ser maltratados por los árbitros y con un Barcelona en modo ralentí, comenzaron a tutear al campeón liguero, hasta el punto de imponerse en el parcial de la segunda parte (13-15), gracias a una sensible mejoría en defensa y una capacidad para salir rápidos a la contra que sorprendió en más de una ocasión al Barça.

No es que los de Xavi Pascual diesen la sensación de ver peligrar el marcador final y su pase a la final copera de hoy, pero sí que el Ademar les apretó las clavijas colocándose a seis dianas (30-24) a diez minutos para la conclusión. Sin embargo, para evitar apuros de última hora, el conjunto culé volvió a apretar en la última fase del choque, defendiendo en inferioridad incluso y sacando a relucir la efectividad de Entrerríos o Syprzak, nombrado mejor jugador del partido. Ademar le puso alma, pero no fue suficiente.