GARA
DONOSTIA

Primera iniciativa legal contra la «catástrofe» de la incineradora

El grupo municipal de EH Bildu de Donostia ha presentado un recurso contra la autorización medioambiental concedida por Lakua a la incineradora, recuperando el aval de 2010 pese a los cambios en el proyecto. Es la primera acción para impedir su construcción.

EH Bildu ya anunció la pasada semana, con motivo de la asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) que dio un empujón urgente a la incineradora de Zubieta, su intención de usar todas las vías posibles para impedirla, incluidas las jurídicas. Ayer, el grupo municipal de Donostia anunció ante la sede del Gobierno de Lakua en la capital guipuzcoana la presentación de un recurso de alzada contra el aval medioambiental a la polémica planta.

Con esta decisión, lo que ha hecho el Departamento de Medio Ambiente es recuperar la resolución de abril de 2010 que autorizó la planta, seis años más tarde. Sin embargo, es evidente que el proyecto no es el mismo. La propia Diputación destaca que se ha redimensionado ante los avances en política de reciclaje que ha reducido los residuos a tratar en Zubieta.

El recurso de EH Bildu señala además que «tanto la Declaración de Impacto Ambiental formulada como la autorización ambiental integrada concedidas estaban caducadas en el momento de emitir la resolución de 11 de abril de 2016».

La actuación de Lakua va en coherencia con las prisas de Diputación y GHK. Tras decantarse por la privatización de la obra y gestión de la planta, la pasada semana se aprobaron de urgencia el plan de viabilidad y el anteproyecto, con el propósito confeso de licitar los trabajos este verano, empezarlos antes de que concluya 2016 y hacer irreversible la incineradora mediante su materialización esta legislatura. Pese a ello, las arcas guipuzcoanas seguirían pagándola 32 años más, hasta 2051.

Dos problemas

En declaraciones realizadas ante la sede de Lakua en la calle Andia, la portavoz municipal de EH Bildu, Amaia Almirall, destacó la doble «catástrofe» que acarrearía la incineradora, tanto desde el punto de vista económico como desde el medioambiental y de salud.

Calificó de «barbaridad» que se vayan a terminar destinando más de 1.000 millones de euros en estos 35 años a esta planta. «Una cantidad impresionante de dinero público para que unos pocos hagan negocio», apuntó.

Añadió a ello que su construcción supondrá una catástrofe en términos de salud, atendiendo a que «hay médicos que han dicho claramente que los datos demuestran que donde hay incineradora los casos de cáncer aumentan».

Al hilo de ello, Amaia Almirall mencionó la reciente creación de la plataforma de padres y madres contra la incineradora GuraSOS, que enmarcó en un contexto en el que «la preocupación de la población donostiarra y también de Gipuzkoa va en aumento».