André Greipel (Lotto Soudal) consiguió la victoria al sprint en la séptima etapa del Giro con final en Foligno tras aprovechar la ausencia del gran dominador de las dos primeras llegadas, Marcel Kittel, que se vio obligado a cambiar de bicicleta a seis kilómetros de meta por un problema mecánico que le dejó sin opciones de disputar el triunfo.

Ese incidente impidió ver el duelo entre los dos mejores sprinters del Giro después de que Kittel consiguiera superar sin ceder mucho tiempo el puerto de cuarta que se subía a 40 de meta. Etixx le acompañó para que pudiera empalmar enseguida en el descenso, pero las esperanzas del alemán se desvanecieron a seis de meta.

La ausencia del dominador de los dos primeros sprints no resta méritos al triunfo de Greipel, que solo se quedó con dos compañeros en cabeza de pelotón a tres kilómetros de meta y eso le hizo perder posiciones en los últimos metros en una llegada lanzada por Caleb Ewan. El alemán se quedó cerrado y tuvo que parar para buscarse un hueco, pero cuando lo encontró demostró su potencia para remontar a todos sus rivales y dar al Lotto Soudal su tercera victoria seguida en el Giro tras la primera suya del miércoles y la de Tim Wellens del jueves.

Con la de ayer Greipel suma 19 etapas en grandes vueltas y se queda a una de igualar al alemán que más ha logrado, Zabel. Además arrebató el maillot de la regularidad a Kittel y Wellens el de la montaña a Cunego en el primer puerto puntuable.

Una jornada de desgaste

Esa pérdida de la maglia azurra de Cunego y que su Nippo Fantini no metiera a ningún corredor en una fuga en la que entraron Domont (Ag2r), Küng (BMC), Denifl (IAM), Koshevoy (Lampre), Ciccone (Bardiani) y Martínez (Wilier) provocaron que el equipo invitado italiano no la diera por buena. Trabajó duro en el pelotón e intentó con Cunego recuperar su maillot en el último puerto sin conseguirlo.

Eso hizo que la jornada resultara dura por sus 211 kilómetros de recorrido y porque también los equipos de los rivales de Kittel querían descolgarlo en el último puerto. No lo lograron, pero la desgracia dejó al alemán sin opciones poco después de que fuera atrapado el último superviviente de la fuga, Küng, a siete de meta. Movistar perdió ayer a Javi Moreno, con una fractura de clavícula izquierda.

Una etapa atractiva con varios tamos de sterrato

La octava etapa del Giro llevará hoy a los corredores por la Toscana de Foligno a Arezzo, con 186 kilómetros y una parte final que presenta la subida del Alpe di Poti, de Segunda, que se corona a poco más de 18 de meta, y con varios tramos de tierra, sterrato, que, con el mal tiempo que se anuncia, van a generar tensión entre los favoritos y pueden perder tiempo algunos de ellos. El fin de semana presenta además mañana una crono de 40,5 kilómetros en Chianti que está llamada a marcar muchas diferencias y los favoritos tampoco querrán gastar demasiadas energías hoy. J.I.