Los ministros de Comercio de la Unión Europea examinaron ayer el estado de la negociación del acuerdo de libre comercio e inversiones con Estados Unidos (TTIP, por las siglas en inglés de Asociación Trasatlántica para el Comercio y la Inversión) y los principales obstáculos que pueden complicar su cierre este año, así como el primer intercambio de ofertas con Mercosur desde 2004.

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, informó al Consejo de Ministros sobre estas dos negociaciones en la reunión que mantuvieron en Bruselas. En esta cita, los ministros europeos abordaron la negociación del TTIP por primera vez después de que Greenpeace filtrara, el 2 de mayo, documentos confidenciales de la negociación que muestran la postura de EEUU y su presión a la UE para que se adapte a sus demandas.

«Estamos buscando que el TTIP sea un buen acuerdo que abra nuevas posibilidades para nuestras empresas a la vez que nos aseguramos de que no se rebaja ningún estándar, que tenemos cooperación en desarrollo sostenible, que tenemos protección para las indicaciones geográficas», dijo Malmström.

Esta semana, fuentes diplomáticas consultadas por Efe calificaron de «frustrante» el ritmo de la negociación y de «inaceptable» la petición de EEUU de que la UE retire algunas de sus objeciones para empezar a negociar un capítulo como el de licitaciones públicas, uno de los que más quieren proteger las autoridades estadounidenses.

Contra la transparencia

Aparentando ser ajena a la polémica por la ocultación deliberada de información a la ciudadanía, Malmström aceptó que «hay ciertos elementos que mientras se negocian no se pueden dar al público porque eso nos haría daño». «En el contenido, hay diferencias en algunas áreas. No debería ser una sorpresa –añadió–. Pero la Unión Europea está respetando el mandato y defendiendo los valores y estándares de la UE».

Concretamente, reconoció que en cuanto a licitaciones públicas y servicios «aún queda mucho por hacer».

Por su parte, la ministra holandesa de Comercio, Lilianne Ploumen, dijo que tanto la Comisión Europea como EEUU han «trabajado muy duro para que el acuerdo sea un éxito», pero reconoció que «hay algunas diferencias» que «prueban que las líneas rojas forman parte completamente de las negociaciones».

Frente a la sede del Consejo de la UE se manifestaron en contra del TTIP organizaciones como Oxfam, mientras que Greenpeace lamentó que la Presidencia holandesa del Consejo de la UE haya rechazado retransmitir en directo las deliberaciones de los ministros.

Con Mercosur

Por lo que respecta a la negociación con cuatro países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), tras el primer intercambio de ofertas de acceso a mercados que se presentó este miércoles, las partes deberán ahora analizar los resultados. No obstante, Malmström calificó como «bueno» este primer paso. La comisaria señaló que la UE abordó «algunas de las preocupaciones» de los agricultores europeos ante este acuerdo, que tiene «muchos intereses ofensivos importantes».

Lakua asume las críticas de «secretismo» pero insiste en que el tratado será positivo

Ante la Comisión de Empleo del Parlamento de Gasteiz, donde compareció ayer a petición de EH Bildu con el fin de explicar el impacto que podría tener sobre Euskal Herria el TTIP, el consejero Ángel Toña llegó a criticar el «secretismo» con el que la Unión Europea y Estados Unidos están negociando este acuerdo de libre comercio al señalar que es «impropio de instituciones democráticas». No obstante, reiteró que, si el acuerdo definitivo respeta los requisitos de protección social, medioambiental y de derechos laborales fijados por el Parlamento Europeo, el TTIP será positivo para la CAV.

El parlamentario de EH Bildu Oskar Matute subrayó que la negociación es «absolutamente opaca» y aseguró que el TTIP tan sólo servirá para profundizar en las desigualdades sociales y dejará la puerta abierta a prácticas peligrosas para el medioambiente, como el fraking.GARA