Los estados de Oregón y Kentucky celebraban ayer unas primarias en las que Hillary Clinton buscaba ampliar su ventaja sobre Bernie Sanders, en la disputa interna por la candidatura presidencial del Partido Demócrata a las elecciones de noviembre en Estados Unidos.

En Oregón (noroeste), republicanos y demócratas realizaron ayer sus primarias, y en Kentucky (sudeste) sólo los demócratas votaron. Los sondeos anticipaban una leve ventaja de Clinton en Oregón y una victoria de Sanders en Kentucky.

Con la carrera entre los republicanos virtualmente decidida en favor de Donald Trump, la exsecretaria de Estado estaba al borde de garantizar su nominación presidencial, pero aún se enfrentaba a la resistencia del carismático senador Sanders.

Franca favorita, Clinton se apoya en los «superdelegados» demócratas (sus legisladores y dirigentes) para liquidar la disputa antes de la convención nacional, prevista para julio en Filadelfia. A pesar del optimismo al inicio de campaña, la disputa se aproxima a sus capítulos finales con Clinton en clara ventaja, pero aún incapaz de cantar victoria.

Los votos de Kentucky

Por ello, en vez de concentrarse en afinar su discurso para enfrentarse a Trump, Clinton pasó el lunes sumida en una intensa campaña en Kentucky, en busca de votos en un sector que se resiste a apoyarla, el de los hombres blancos de clase obrera. Hace una semana, Sanders venció claramente en el vecino estado de Virginia Occidental, que tiene en común con Kentucky la importante industria del carbón. El triunfo de Sanders en Virginia Occidental fue un verdadero trago amargo para Clinton.