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Sanders sigue dando batalla tras otra victoria en la costa oeste

El aspirante a la candidatura demócrata a la Casa Blanca Bernie Sanders ganó las primarias en Oregón y casi alcanzó a su rival, Hillary Clinton, en Kentucky. Con la mirada puesta ahora en California, insiste en que se mantendrá en la carrera hasta el final.

Bernie Sanders ha prometido continuar hasta el final en la carrera por la nominación a la candidatura demócrata a la Casa Blanca, y está logrando mantener el pulso a su rival, Hillary Clinton. Con una victoria en Oregon y a unos pocos votos de Clinton en las primarias de Kentucky, Sanders sigue enviando un mensaje de desafío al aparato demócrata. «!Acabamos de ganar Kentucky¡», proclamó la exsecretaria de Estado con los primeros datos oficiosos, que le daban un 46,8% de los votos frente al 46,3% del senador de Vermont, una diferencia de menos de 2.000 votos de un total de 450.000.

De hecho, Sanders se felicitó también por el resultado de Kentucky, donde recibirá alrededor de la mitad de los delegados. Clinton busca frenar la dinámica que mantiene al senador en liza. Aunque matemáticamente no necesita victorias y le basta con ir sumando la parte proporcional de delegados para llegar a la mayoría necesaria de 2.383 (el lunes tenía ya 2.243 frente a los 1.465 de Sanders), no consigue deshacerse de su rival.

De hecho, en Oregon, Sanders ganó fácilmente a Clinton, con el 53% de los votos, y ahora espera vencer también en California, que votará el 7 de junio. «Permaneceremos en la carera hasta el último voto», afirmó en un mitin en Carson. «Creo que ganaremos aquí, en California», añadió. El senador, que ya venció a Clinton en Indiana y Virgina en mayo, oficialmente dice querer convencer a los «superdelegados» demócratas para que se alineen con él. Pero su objetivo va más allá de la carrera electoral y no solo busca influir en el programa demócrata sino un cambio en el modelo político y reagrupar de cara al futuro a la izquierda demócrata.

Aunque Clinton no le ha pedido expresamente que se retire, sus mensajes se dirigen ya directamente a su probable rival republicano, Donald Trump.

Reorganización republicana

Trump pasó el trámite de Oregón ya sin oposición. Su tarea ahora es la reconciliación con el partido tras los ataques que han intercambiando durante las primarias. Así, junto al Comité Nacional Republicano (RNC) anunció un acuerdo para establecer dos órganos de recaudación de fondos de cara a la campaña, después de que Trump hubiera presumido de su independencia por no necesitar estos apoyos.

Eso sí, no dejó de lanzar declaraciones provocativas, como su disposición a reunirse con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, para intentar detener el programa nuclear del país asiático. «Al mismo tiempo, pondría mucha presión sobre China», añadió, argumentado que Pekín es el principal aliado de Pyongyang. Por otra parte, abogó por renegociar el Acuerdo Climático firmado en 2015