Se repetía la historia de sesiones anteriores, con un Ibex negado para batir los 8.800 puntos y vuelta a la defensa de los 8.700 puntos. Los inversores necesitan más argumentos favorables para superar esa barrera y, por el momento, solo se conocen referencias tibias o negativas. Ni los resultados empresariales del primer trimestre, más flojos de lo esperado, ni la agenda macroeconómica en Europa, con muchos datos preocupantes, permiten moverse con optimismo. Ayer se publicó el PMI manufacturero de la eurozona en mayo, el más bajo en los últimos 16 meses con 51,1 puntos, peor que los 51,7 puntos esperados. Los expertos muestran su preocupación al convertir ese dato en un problema para el crecimiento del PIB. Tampoco en Estados Unidos hubo buenas noticias, dado que el PMI manufacturero cayó hasta los 50,5 puntos desde los 50,8 puntos de abril.

Estos datos evidencian el miedo de las empresas a la incertidumbre de la economía mundial a la hora de decidir sobre los gastos y la producción. Además, el petróleo es incapaz de superar ahora los 50 dólares en el barril de Brent tras tocar días atrás los máximos desde noviembre de 2015. El Ibex cerró con 8.714 puntos, después de retroceder un 0,65%. Por la mañana rebasó fugazmente los 8.800 puntos. En el resto de Europa se impusieron también los números rojos. Fráncfort cayó un 0,74%, París, un 0,66%, y Londres, un 0,32%. En el Ibex, las bajadas fueron encabezadas por Arcelor Mittal (-3,15%), Santander (-1,76%), Ferrovial (-1,66%), BBVA (-1,47%) e Iberdrola (-1,33%). En el lado de las alzas, despuntaron Indra (+2,21%) y Grifols (+1,72%). Dentro del Cac, los peores fueron Arcelor Mittal (-3,20%) y Total (-1,43%), mientras que Cap Gemini (+1,42%) registró el mejor balance.