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BRUSELAS

El año 2016, particularmente mortífero en el Mediterráneo

Hasta 880 refugiados e inmigrantes podrían haber muerto en distintos naufragios ocurridos la semana pasada en el Mediterráneo, según el nuevo balance proporcionado ayer por ACNUR. Su portavoz afirmó que «2016 está siendo un año particularmente mortífero».

Unos 880 inmigrantes y refugiados murieron la semana pasada en los naufragios de varias embarcaciones en aguas del Mediterráneo próximas a Libia, según el balance ofrecido ayer por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

El portavoz de este organismo, William Spindler, aclaró que el recuento se basa en la información aportada por los supervivientes que fueron trasladados a Italia.

Estos datos muestran que 2016 está siendo «especialmente mortífero», resaltó, puesto que unas 2.510 personas habrían perdido la vida en la travesía en el Mediterráneo para llegar a Europa, en comparación con las 1.855 muertes registradas en el mismo periodo en 2015. En total, 204.000 personas han llegado por mar en los cinco primeros meses del año a Europa.

Splinder remarcó que están «trabajando para entender mejor las razones y las dinámicas que están detrás de estos movimientos», que se caracterizan en esa última ruta por el sobrepeso de los barcos, que pueden zarpar con 600 o más personas.

Explicó que los traficantes están «llenando de personas las embarcaciones que apenas son aptas para navegar y en muchos casos no están preparadas para hacer la travesía».

«Lo que ocurre es que tan pronto como parten de la costa llaman a los equipos de rescate y entonces los servicios de rescate vienen y les salvan», añadió. «Es una carrera contrarreloj para llegar allí antes de que las embarcaciones se hundan y en algunos casos se llega demasiado tarde», lamentó.

Los números confirman que la ruta más utilizada es la que va de Turquía a Grecia, pero la que conecta el norte de África con Italia es la más peligrosa, ya que es donde han ocurrido 2.119 muertes.

Un campamento en París

Spindler alabó la labor que está llevando a cabo la Guardia Costera de Italia, ya que «solo en la última semana ha rescatado a 14.000 personas, con el apoyo de otros países europeos».

En su opinión, «reprimir a los traficantes es esencial, pero esto no es suficiente por si solo si no se ofrece alguna alternativa a la gente. Si la gente está dispuesta a viajar en estas condiciones es simplemente porque no tienen elección», declaró Splinder.

«Sea que quieren llegar a Europa por razones económicas o porque huyen de la guerra, no hay ninguna otra alternativa legal existente para ellos», añadió el portavoz de ACNUR.

Por otra parte, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció ayer la apertura inminente en la capital francesa de un «campamento humanitario» para refugiados ajustado a las normas de la ONU. «Es hora de pasar a la velocidad superior y aportar respuestas», subrayó en una conferencia de prensa, donde avanzó que el Ayuntamiento está examinando las formas de abrir ese campamento «lo antes posible», aunque su deseo es que esté operativo para dentro de un mes y medio.

La alcaldesa parisina subrayó la necesidad de acoger a ese colectivo «dignamente» y su voluntad de que haya «un lugar identificado» para poder redirigir a esas personas «hacia el circuito que corresponda».

Este centro respetará las «condiciones reglamentarias» dictadas por la ONU y por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, lo que significa alojamientos modulares «que puedan instalarse rápidamente» pero que cuenten con «todo el confort necesario», precisó. Se inspirará, agregó, en el campamento de Grande-Synthe, construido en marzo por Médicos Sin Fronteras a las afueras de Dunkerque, junto a la frontera belga, para reemplazar a un insalubre poblado situado a pocos kilómetros y en el que duermen en torno a un millar de iraquíes, iraníes, turcos o sirios, entre otras nacionalidades.

AI denuncia el sistema de asilo «obsoleto» del Estado español

Amnistía Internacional (AI) denunció que el sistema de asilo en el Estado español «es arbitrario, discriminatorio e ineficaz» y enfrenta a los refugiados con «un laberinto legal» que no garantiza su integración y «puede llevar a las personas a la indigencia».

AI presentó ayer el informe «El asilo en España: un sistema poco acogedor», con entrevistas a más de 80 personas, en el que pide una reforma del sistema, porque no se adecua a los estándares internacionales y no coordina de forma eficiente los recursos de organizaciones, ayuntamientos y comunidades autónomas.

El proceso de asilo en el Estado español es «obsoleto e ineficaz» y la falta de apoyo económico «puede llevar a la indigencia a los que han pedido asilo o a marcharse del país», advirtió Esteban Beltrán, director de la ONG en España, quien reclamó «revisar todo el sistema» para incluir un presupuesto de integración que aborde la estancia de los refugiados a medio y largo plazo. «España no está dando la bienvenida a las personas que huyen de la guerra y la persecución, de manera que puedan acceder a una acogida digna, un procedimiento de asilo justo y efectivo», consideró

Junto a la reforma del sistema de asilo, AI reclama a Madrid que cumpla «con sus compromisos para reubicar a un número adecuado de personas que están en Grecia e Italia y reasentar a las que están en Jordania, Líbano o Turquía».GARA