María SUÁREZ
Londres

REFERÉNDUM SOBRE EL «BREXIT»: ESCOCIA VS CUMBRIA

En puertas de la consulta sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, los contrastes entre territorios se acentúan y el europeísmo de Gales o Escocia contrasta con el rechazo a Bruselas en localidades de Inglaterra que se han apropiado del discurso antiinmigración del UKIP.

Pocos kilómetros separan a uno de los territorios más euroescépticos de Inglaterra de uno de los que más apuestan por Europa. Que Londres respalda la permanencia en la Unión Europea es algo que enorgullece a la campaña del “Bremain” (Britain-Remain), pero los ocho millones y medio de habitantes de la ciudad más extensa de Europa no decidirán por sí solos. De hecho, gran parte de los 53 millones del resto de Inglaterra equilibran la balanza de manera que, en estos momentos y a escasos días para que se celebre el referéndum el 23 de junio, las encuestas siguen manteniendo esa incertidumbre sobre el resultado. Los últimos sondeos los proporcionaba Yougov, y mostraban un empate técnico entre quienes apuestan por abandonar la UE y quienes quieren permanecer en ella, 48% frente al 43%, con una cifra de indecisos del 11%. Sin embargo, no parece que los indecisos se encuentren en localidades como Peterborough, uno de los territorios más euroescépticos del Reino Unido. Según los sondeos, al menos el 60% de la población de esta localidad de algo menos de 200.000 habitantes votará por abandonar la UE, principalmente por su rechazo a la inmigración. Unos 340 kilómetros más al norte, el condado de Cumbria, con casi medio millón de habitantes, también es conocido por ser uno de los más críticos con Bruselas. Otros territorios como Lincolnshire o Staffordshire tampoco son conocidos por su amor a lo europeo.

Para encontrar una apuesta por Europa hay que dirigirse a Escocia, uno de los territorios que más clama por la permanencia de Reino Unido en la UE. Es de sobra conocida la intención del Gobierno de Nicola Sturgeon de convocar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia si finalmente se decide en contra de la voluntad de la mayoría de los escoceses. El último en recordarlo ha sido el ex ministro principal Alex Salmond, que situó en dos años el plazo de convocatoria en la que los escoceses decidirían esta vez entre Reino Unido o Unión Europea.

Las encuestas en Gales son parecidas a las de Inglaterra. Empate técnico, si bien el número de indecisos asciende a un 18%. Gales es tradicionalmente territorio obrero, con trabajadores de un sector del acero en crisis que se extiende por toda Europa y que ha encontrado división entre quienes aseguran que es Bruselas quien está entorpeciendo una recuperación del sector y quienes confían en una solución en bloque. Lo mismo ocurre con el sector agrícola, que depende en gran medida de los 240 millones de libras que recibe desde Europa. El primer ministro de Gales, Carwyn Jones, ha advertido de que «la ganadería podría acabar desapareciendo en caso de salir de la UE», algo que niegan los partidarios del «Brexit» porque «se ganaría en rapidez para ayudar al sector desde los propios gobiernos locales».

El norte de Irlanda es otro de los territorios más europeísta, con dos tercios de la población que quieren seguir en la UE. Partidos como Sinn Féin o el UUP apuestan por la permanencia, mientras que el DUP o la formación alternativa de izquierda People Before Profit prefieren abandonar el club de los Veintiocho. Asimismo, la campaña por Europa en el norte de Irlanda advierte de la tensión que supondría el mayor control de la frontera con Irlanda, y alerta incluso de que se podría poner en peligro los acuerdos de paz, algo «tremendamente exagerado» para quienes defienden la salida, que confían en la solidez de los acuerdos que dieron lugar a la paz en el norte de Irlanda.