Alberto PRADILLA
OFENSIVA DEL ESTADO CONTRA EL INDEPENDENTISMO

Comprar material de las cloacas y callar

Es improbable que lleguemos a saber qué extraño mecanismo ha operado para que podamos conocer cómo maniobran las cloacas del Estado en su lucha contra el independentismo catalán y vasco. En realidad, las revelaciones de «Público» solo demuestran que la máxima del Plan ZEN de explotar mentiras para desprestigiar al enemigo («basta con que sean creíbles», decía aquel infame plan) no se ha abandonado.

El problema es que ese material averiado fue comprado y distribuido no solo por los periodistas afines al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sino también por prácticamente todo el arco parlamentario español. ¿O no escuchamos hasta la saciedad el argumento que vinculaba irremediablemente soberanismo y corrupción? Al hecho de ser creíble se le suma otra condición importante: querer creer. Con eso está hecho. Algunos de los que ahora se escandalizan enarbolaron la portada de «El Mundo» sobre el entonces alcalde, Xavier Trías, y ahora no dicen ni esta boca es mía.

Por desgracia, esto tiene una segunda consecuencia. Habrá quien tenga la tentación de aferrarse al estrambote para negar cualquier rastro de corrupción y utilice las revelaciones como paraguas. «¡Todo es una conspiración española!» Como si las cuentas de Pujol en Suiza no existiesen. Pues tampoco. Ahí la sociedad catalana tiene un reto. Al otro lado tampoco vendría mal una reflexión.