El Ibex logró ayer un rebote sin convicción que le aupó otra vez sobre los 8.500 puntos. Los inversores se vieron sorprendidos por la decisión del Banco de Inglaterra de no rebajar los tipos de interés, un paso considerado inevitable para enfrentarse en mejores condiciones a las consecuencias del Brexit. También llamó la atención la falta de más medidas de relajación monetaria. Por el momento, el programa de compra de activos se mantiene en 375.000 millones de libras. La moneda británica lo festejaba con una subida que le llevó hasta los 1,35 dólares, aunque después se deslizaba hasta los 1,33 dólares.

Si el Banco de Inglaterra se toma su tiempo y aplaza hasta agosto las decisiones a la espera de contar con datos oficiales del debilitamiento de la economía, no es menos cautelosa la postura de la primera ministra, Theresa May, que pide también tiempo con el fin de preparar su estrategia de cara a las negociaciones para la salida de la UE. Desde Bruselas, sin embargo, se solicita diariamente acortar los tiempos al máximo para despejar la incertidumbre reinante sobre el proceso mismo de separación y el futuro marco de relaciones entre ambas partes.

El Ibex pudo superar el fiasco inicial de la decisión del Banco de Inglaterra y terminó con una subida del 0,93%, hasta los 8.552,30 puntos. En Europa, Fráncfort ganó un 1,39% y París, un 1,16%, mientras que Londres recortó un 0,24%. Por valores del Ibex, despuntaron las alzas de IAG (+5%), ArcelorMittal (+3,03%), Sabadell (+2,69%), Mapfre (+2,28%), BBVA (+2,22%) y Sabadell (+2,08%). Entre los perdedores, el peor fue Grifols (con -0,85%). Dentro del Cac destacaron Société Générale y BNP Paribas, que sumaron más de un 3,30%. Enfrente se colocó Accor (-0,69%), el peor del día.