Iker AGINAGA
HUELGA DE EMPLEADOS EN EL GUGGENHEIM BILBAO

TRABAJADORES A LA DERIVA EN EL GUGGENHEIM

LOS EMPLEADOS DEL DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN DEL MUSEO GUGGENHEIM, SUBCONTRATADOS POR MANPOWER GROUP SOLUTIONS, HAN CONVOCADO OCHO DÍAS DE HUELGA DURANTE ESTE MES DE AGOSTO PARA PONER FIN A LAS «VERGONZOSAS» CONDICIONES EN LAS QUE DESEMPEñAN SUS FUNCIONES DE ORIENTACIÓN.

«Precariedad tras el titanio». Esa es la denuncia que expresaron ayer los orientadores y educadores del Museo Guggenheim de Bilbo en la primera jornada de huelga de las que realizarán en el mes de agosto.

Este grupo de trabajadores cualificados, con estudios de grado, posgrado e idiomas, desempeñan una labor educativa en el museo. Etxahun Arregi, uno de los huelguistas, explica cuáles sus funciones: «Nuestra labor es la de llevar a cabo todos los servicios del Departamento de Educación». Ello comprende desde aclarar todas las dudas que puedan tener los visitantes, hasta programar e impartir talleres tanto para niñas y niños como para adultos.

Bajo la atenta mirada de Puppy, el cachorro gigante que da la bienvenida a los visitantes del museo, los trabajadores dieron a conocer su situación y sus peticiones. Al lado, una cola de cientos de personas esperaba su turno para visitar las galerías de arte, ajenos a la lucha que mantenían a unos pocos metros aquellos que deberían estar ofreciéndoles sus servicios en el interior.

Como explicaron en la comparecencia ante la prensa, los empleados de Manpower han convocado ocho paros laborales de 24 horas «ante la insuficiencia de las negociaciones» que hasta el momento han llevado a cabo para lograr la resolución del conflicto.

La realidad es que los trabajadores se encuentran en una situación frágil. A menos de dos meses de la finalización del contrato que une al Guggenheim con Manpower, no han recibido «ningún compromiso» de continuidad en el puesto a partir del 30 de setiembre. Lo único que han obtenido es el «compromiso verbal» de la representante del Guggenheim Garbiñe Urrutikoetxea de que darán una respuesta «en cualquier sentido, ya sea positivo o negativo», a finales de agosto o principios de setiembre.

La representante del sindicato LAB Cristina Álvarez ha remitido escritos a las distintas instituciones públicas que toman parte en el conflicto y, según informó, solo ha recibido respuesta de Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbo, quien le ha instado a dirigir sus quejas a la dirección del museo.

Por su parte, Guggenheim Bilbao aseguraba hace unos días, mediante una nota publicada en su página web, ser «ajeno» al problema y ponía el foco en la dirección de la subcontrata. Ésta última, según informaron los damnificados, asegura que no puede acabar con la precariedad en las condiciones en las que licita el museo actualmente.

En este juego de pasar la responsabilidad de unos a otros, los afectados son los educadores que, a menos de dos meses del fin del contrato, continúan sin la estabilidad que les daría el compromiso de subrogación de sus puestos en caso de que cambiara la empresa que ofrece el servicio a partir de octubre. Etxahun Arregi comenta que «nadie quiere adquirir la responsablidad» y ésta no es «de uno o de otro, sino de todos».

Arregi indicó que, si después de los ocho días de paro convocados no obtienen las condiciones que consideran necesarias para retomar su actividad normal, no descartan iniciar una huelga indefinida como «último recurso».