Ainara LERTXUNDI
CONCENTRACIÓN DE COMPARSAS DE LAS CAPITALES VASCAS

UNA JORNADA FESTIVA ENTRE GIGANTES HERMANADOS

LA COMPARSA DE GIGANTES Y CABEZUDOS DE DONOSTIA FUE AYER UNA ANFITRIONA DE PRIMERA PARA SUS HERMANOS DE BILBO, GASTEIZ E IRUñEA, CON QUIENES BAILARON, COMIERON Y RIERON.

No era el 6 de julio, ni mucho menos San Fermín, sino la Aste Nagusia de Donostia. Dos escenarios diferentes, pero el mismo fervor. Y si de calor se trata, la capital donostiarra se asemejó a esos días de intenso calor sanferminero, aunque en una versión más húmeda, claro. Ayer, la comparsa de gigantes de Iruñea, que hunde sus raíces en el siglo XVI, cambió el interior por la costa. Y si habitualmente su escenario de mayor gloria suele ser la abarrotada plaza del Ayuntamiento de Iruñea en su multitudinaria despedida del 14 de julio, ayer lo fue el Ayuntamiento de Donostia, con Alderdi Eder y la Bahía de la Concha de fondo. Joshemiguelerico y Joshepamunda –los uropeos–; Selim-pia Elcalzao y Larancha-la –los africanos–; Sidi abd El Mohame y Esther Arata –los asiáticos–; y Toco-toco y Braulia –los americanos– visitaron por primera vez Donostia.

Confieso sentir especial predilección por Toco-toco y Braulia después de tantas jornadas sanfermineras detrás de ellos con o sin «silleta», expresión navarra donde las haya, y también por Joshemiguelerico, el depositario de tantos chupetes. Ayer, ninguno de los ocho reyes que componen la Comparsa de Gigantes de Iruñea los llevaban colgados en sus grandes muñecas, guardados a buen recaudo desde el 14 de julio.

A Donostia llegaron en camiones y desmontados, para su seguridad. Lo hicieron junto a 4 de los 14 gigantes que componen la comparsa de Bilbo y los cuatro Reyes de la Baraja de Gasteiz. Todos ellos se unieron a los ocho gigantes de Donostia: cuatro parejas que representan a Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa.

El paso de todos ellos por las calles principales calles de Donostia fue todo un acontecimiento para los más pequeños, que a hombros de sus aitatxo y amatxo y pese al calor, más propio de Cuba, disfrutaron con esos seres tan altos y heróicos que solo ven en fiestas.

«Estamos encantados de estar en Donosti, ciudades hermanadas y dentro de la Capitalidad Cultural Europea. Es un día muy agradable para nosotros», indicó a GARA uno de los integrantes de la Comparsa de Gigantes de Iruñea. Lo más difícil les resultó adaptarse a la medida de las calles y «a los letreros luminosos de los bares, ya que los de aquí –en referencia a los tantos que adornan la Parte Vieja– no los controlamos». También tuvieron sus problemas con el pavimento, algo más resbaladizo que el de Iruñea, seguramente debido a la intensa de la humedad de ayer.

Una sensación térmica plomiza que también resaltaron con una amplia sonrisa los encargados de bailar a los gigantes de Gasteiz. «¡Uff, después a bañarnos a la Concha, y si nos dejan, nos metemos de cabeza con gigantes y todo!», señaló uno de ellos en tono jocoso mientras bebía un botellín de agua.

Uno de los momentos más emotivos se vivió en la explanada el Ayuntamiento, donde los 26 gigantes de Donostia, Bilbo, Gasteiz e Iruñea se hicieron dos fotos de familia, una con el Ayuntamiento como telón de fondo y la otra con la Concha. Y juntos bailaron sobre «los mágicos números» de 2016, en referencia a la Capitalidad Cultural Europea. Después siguiendo danzando y arrancando sonrisas y aplausos a su paso.