Arnaitz GORRITI
TRIATLÓN

Una lesión en el talón de su pie izquierdo pone en riesgo el concurso de Ainhoa Murua

La zarauztarra está siendo tratada de una fractura por estrés en el calcáneo, yserá ella misma quien decida si podrá participar en la final femenina de mañana.

La prueba femenina de triatlón de Río de Janeiro está a poco más de 24 horas de disputarse –dará inicio mañana a las 16.00, hora de Euskal Herria– con una alarmante noticia. Una lesión en el calcáneo izquierdo, en el talón, pone en riesgo el concurso de Ainhoa Murua, que, aun así, trata de tomar parte en sus cuartos Juegos Olímpicos.

En palabras de su entrenador, Iñigo Mujika, el problema es que la triatleta zarauztarra padece una fractura por estrés en el calcáneo izquierdo. Murua está siendo sometida a tratamientos intensivos para intentar que pueda tomar la salida, pero la situación no es del todo halagüeña y, por ende, será «solo ella la que tome la decisión final», indicaba Iñigo Mujika en declaraciones realizadas a Efe.

Ainhoa Murua, a sus 38 años, es la participante más veterana de la prueba femenina de triatlón. Si finalmente toma la salida, la guipuzcoana se unirá al selecto club de triatletas con cuatro participaciones olímpicas que inauguró la alemana Anja Dittmer –ya retirada– en los Juegos de Londres 2012; y al que también se unirá la suiza Nicola Spirig, campeona olímpica hace cuatro años.

Murua fue medallista de plata en el Europeo de Eliat (Israel) en 2012, bronce en el de Ginebra (Suiza) del año pasado, al tiempo que en Londres 2012 obtuvo un diploma olimpico al finalizar en séptima plaza.

Alistair Brownlee repite oro

Mientras, en la prueba masculina de triatlón, el británico Alistair Brownlee logró ser el primer triatleta capaz de repetir medalla de oro. Después de llevarse la edición de Londres 2012, el triatleta de Leeds repetía la hazaña en el duro circuito de Río de Janeiro, con seis segundos de ventaja respecto a su hermano menor, Jonathan Brownlee, que a su vez mejoró una plaza respecto de Londres, cita de la que se llevó el bronce. El podio carioca lo completó el sudafricano Henri Schoeman.

Los hermanos Brownlee no solo coparon los dos primeros puestos de la carrera, sino que la dominaron de cabo a rabo. Muy atentos en el tramo a nado, asumieron la responsabilidad cuando la prueba entró en el sector ciclista. En las ocho vueltas a un duro circuito repleto de repechos y bajadas, los Brownlee tomaron las riendas y dejaron el grupo principal en diez unidades, una decena que se rompería en la carrera a pie.

El francés Vincent Luis intentó irse con ellos, pero lo pagó y acabó séptimo en beneficio de un Schoeman que fue de atrás hacia delante, igual que varios rezagados del ciclismo fueron remontando. En el duelo fraternal, Alistair se escapó mediada la carrera a pie, asegurando su segundo oro olímpico.