Según señaló el alcalde de Donostia, Eneko Goia, hay indicios que hacen pensar que la quema reiterada de motos en la ciudad pueda ser obra de «más de una persona» aunque «no parece que sea una banda, ni cuestión de crimen organizado».

La madrugada del lunes al martes hubo una nueva quema de once motos, esta vez en el barrio de Gros, entre las calles José María Soroa y Txofre, mismo lugar en el que el 24 de agosto ardieron otras once motos.

Los ataques comenzaron el 18 de abril, cuando ardieron seis motocicleta en la Parte Vieja, en una zona próxima a la basílica de Santa María. En mayo otras once motos y un coche quedaron calcinados y otros tres turismos sufrieron daños en la calle Azpeitia, en el barrio de Amara. En julio fueron siete los vehículos quemados en la calle Claudio Delgado y otros cinco sufrieron daños en José María Soroa.

Dado que el de la pasada madrugada no es un caso aislado, el Ayuntamiento de Donostia considera que resolver el tema de las quemas es prioritario.

«Estamos absolutamente volcados en tratar de detener a los responsables de estas actuaciones», comentó para recordar que, además del «perjuicio» que sufren los propietarios, estas acciones pueden tener graves consecuencias por las «derivas de peligro de incendio».

Sigue la investigación

Goia aseguró que hay una investigación abierta y que de momento creen que «probablemente estemos ante más de un actor que actúa en ese sentido en diferentes zonas de la ciudad», algo que quizás puede ser «por efecto de mimetismo». Por ello, han descartado que se trate de una banda de delincuentes o «cuestión de crimen organizado».

Sobre las medidas de seguridad adoptadas puntualizó que hay «más medios presentes» en las zonas donde se han venido registrando quemas de vehículos y tanto la Policía Municipal como la Ertzaintza continúa con la investigación.