En una jornada en la que varios dirigentes del PP hicieron explícita la presión a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá para que se alejara del partido, esta anunció finalmente que renuncia a militancia en el PP «a petición del partido», pero continuará como senadora, lo que mantiene su aforamiento y que la causa que la investiga por blanqueo de capitales en el «caso Imelsa» la lleve el Tribunal Supremo.

En un comunicado con el membrete de la Oficina de Prensa de la sede del PP, Barberá indicó que la baja del partido es «una muestra más» de su «entrega» a él y con ella evita que nadie se ampare en su persona para atribuirla «cualquier perjuicio o para esconder sus resultados políticos y electorales». La exalcaldesa aseguró que la «dolorosa» decisión le permite «actuar en plena libertad sin estar sometida a disciplina alguna para ejercer» su defensa.

Barberá seguirá siendo senadora, para lo que tendrá que inscribirse en el Grupo Mixto. Justificó retener el acta en la Cámara, por cuanto que renunciar a ella «podría entenderse como una asunción de culpabilidad». El presidente del PP y del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, eludió hablar del caso en un acto público el que pidió «acabar con el ruido» y «ponerse a las cosas que importan».

De hecho, el PP intenta ahora zanjar el caso rápidamente. Así, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, aseguró que la decisión de Barberá «exonera al PP de cualquier responsabilidad» y sostuvo que «no hay manera alguna de que el partido pueda influir» en el hecho de que mantenga su acta como senadora. Igualmente, el portavoz parlamentario del Grupo Popular, Rafael Hernando, insistió en que ya la exalcaldesa ya está «fuera» del PP.

Después de 40 años de militancia en el partido que ayudó a fundar y de haber sido un referente, puesta como ejemplo por el propio Rajoy –«eres la mejor. Eres la alcaldesa que se merece Valencia»–, Barberá había sobrevivido políticamente a los casos de la depuradora de Valencia, el Instituto Nóos y la Gürtel, pero la investigación sobre Imelsa ha ido restándole apoyos.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se dio por satisfecho porque «los votos de Ciudadanos sirven para que los imputados por corrupción se vayan de la política», a pesar de que Barberá no la abandona. Ciudadanos considera que con la decisión «se ha cumplido el pacto anticorrupción» que firmó con el PP.

Por su parte, el president de la Generalitat, Ximo Puig, abogó por buscar «todas las fórmulas» para que Barberá deje de ser «una representante valenciana en Madrid», ya que, se trata de una «anomalía democrática».