El Ibex apretó ayer el paso para encaminarse hacia los 9.000 puntos. Este movimiento no contó, sin embargo, con argumentos estimulantes puesto que el dato de la jornada, el crecimiento trimestral de China, no superó las expectativas (+6,7%) y las referencias adicionales de ventas minoristas y producción industrial tampoco se apartaban mucho de los pronósticos. Del mismo modo, la evolución del precio del crudo sigue siendo favorable a las bolsas y no causó sorpresa alguna su nueva subida. Los expertos esperan a la decisión de la OPEP de congelar la producción, lo que podría suponer a corto plazo el mantenimiento de los 50 dólares como suelo para el barril de Brent. Por otra parte, hoy se conocerá la respuesta del BCE a los rumores sobre los cambios en su programa de compra de activos. Cualquier indicación de que está en estudio la posibilidad de iniciar la retirada del programa podría suponer un freno en las bolsas, animadas en estas últimas jornadas por los valores bancarios.

El Ibex se aupó hasta los 8.950,10 puntos, tras anotarse un 0,96%. Las alzas, aunque más moderadas, también se impusieron en el resto de índices europeos. París ganó un 0,25%, Fráncfort, un 0,13%, y Londres, un 0,31%. En el Ibex, el más fuerte era Santander (+2,22%), seguido de Gamesa (+1,99%), BBVA (+1,98%) y Sabadell (+1,82%). Entre los pesos pesados destacaron asimismo Repsol e Inditex al apuntarse más de un 1%. En el otro extremo de la lista se colocaba Bankia (-2,23%), que podría fusionarse con BMN si el FROB, accionista mayoritario opta por esa alternativa en vez de por la venta de ambas entidades. En París, brillaron Accor (+5,03%) y Carrefour (+4,69%), empujados por sus números trimestrales, frente a Nokia (-1,18%), el peor del día.