GARA
ROMA

Una Italia conmocionada evalúa los daños del nuevo terremoto en el centro del país

Italia estaba ayer conmocionada por el nuevo terremoto que sacudió la víspera por segunda vez el centro de la península. Empezó a evaluar los graves daños causados y, si bien no ocasionó víctimas, cientos de personas se negaban a volver a sus casas por temor a las réplicas.

«Ha sido un milagro que no haya víctimas dado que fue un terremoto potente», reconoció ayer el ministro de Interior, Angelino Alfano. Las réplicas, más de 150 en las regiones de Marcas y Umbría, entre ellas una fuerte de 4,4 grados de magnitud, tienen a la población de esa zona atemorizada tras haber pasado la noche del miércoles fuera de casa, muchas de ellas en su propio automóvil.

Un pueblo «acabado»

«El seísmo fue muy fuerte, apocalíptico, la gente gritaba en las calles, no había luz. Nuestro pueblo está acabado», lamentó Marco Rinaldi, el alcalde de Ussita, una pequeña aldea de la región de Marcas situado cerca del epicentro.

Los potentes seísmos de la noche del miércoles no son considerados réplicas del mortal terremoto de agosto, sino uno gemelo, conocido como «dual»: cuando se registran dos sismos destructivos muy cercanos en el tiempo. «No se trató de una réplica, ha sido un nuevo terremoto», explicó Mario Tozzi, conocido experto del Instituto de Geología Ambiental y Geoingeniería, dependiente del Centro Italiano de Investigaciones.