Las chicas del Zuazo tenían una cita con su propia historia, un cuarto de siglo después del nacimiento del club, y a fe que se lo tomaron como tal, tanto que si bien se vienen a Barakaldo con seis goles de desventaja de su primera aventura continental, tuvieron los arrestos para minimizar una diferencia que bien pudo haber sido mayor. Con toda la ilusión del mundo a cuestas, las vizcainas viajaron a tierras suecas para debutar en la EHF Challenge Cup frente a un contrario con mayor potencial y campeón del certamen hace dos años. El 31-25 final refleja lo que vino a ser la ventaja en la que el H65 Höörs HK se movió en el encuentro. Un Zuazo que se vio casi siempre superado ante un contrario más físico. Con parciales de 7-3 y 11-5, las fabriles alcanzaron el descanso con un prometedor 17-12, tras un 11-7, que dejaba abierto el segundo tiempo para tratar de que las escandinavas no se fueran en el luminoso a una ventaja que resultara imposible para la vuelta. La internacional Ainhoa mantenía a las suyas en el partido.

No obstante, en la renudación, las locales no solo mantuvieron la dinámica del choque, sino que incluso se fueron hasta una superiodad de nueve tantos. El Zuazo echó el resto y gracias a una pena máxima transformada en los segundos finales el pitido final sentenció el 31-25 definitivo; diez de los 25 tantos visitantes fueron de penalti, con Naiara Egozkue como protagonista. A juicio del técnico sueco Ola Mansson, que se quejó de su floja defensa, «deberíamos haber ganado por más diferencia», reconociendo que esos seis goles «no son suficientes» para la vuelta que se jugará el próximo sábado en Barakaldo y donde «ellas son muy fuertes en casa y jugarán otro balonmano». Del lado vasco, ese choque de dentro de una semana comenzó con ese pitido, conjuradas para tratar de voltear un marcador tan adverso. En la previa, Juanjo González hablaba de que «no vamos a dar la eliminatoria por perdida y nuestra idea es traernos un buen resultado; perder a lo sumo de tres o cuatro sería bueno». Al final, de media docena. Tocará apelar a la heróica para seguir soñando.