Existe un documental llamado “El pueblo contra Zsa Zsa Gabor” en el que se recogen los incidentes que la estrella casi centenaria tuvo con la justicia, y principalmente aquel que le llevó a comisaría por agredir al agente que la detuvo a su vez por conducir bajo los efectos del alcohol. Ni que decir tiene que se lo tomó a la ligera, como se lo tomaba todo en su vida de lujo y derroche, y así hizo una parodia del famoso altercado poco después en la comedia “Agárralo como puedas 2 1/5” (1991).

Para entonces ya era una abuela “punk” que hacía lo que le venía en gana, y menos mal que la mayor parte de su existencia transcurrió en el pasado siglo, porque su comportamiento hoy en día resultaría tan políticamente incorrecto como fuera de lugar. Zsa Zsa era tan vulgar que ridiculizaba la idea del glamour en Hollywood, mostrando en público con gran descaro su lado más canalla.

Ella coleccionaba maridos y amantes como otras famosas llenan sus mansiones de zapatos. Fue la prueba viviente de que no hace falta ser actriz para triunfar en la industria del cine, gracias a que le sobraba carisma y hasta Orson Welles se fijó en ella para “Sed de mal” (1958), realizada al mismo tiempo que “La reina del espacio exterior” (1958), que la convirtió en un mito dentro del culto al cine fantástico de serie B.