Del insulto a la fama. De la copia al estrellato. En “Espejo Público” de Antena 3 aparece un tipo de nombre Roberto Centeno que es presentado como asesor de Donald Trump en el Estado español, que viste exactamente igual que el presidente electo de EEUU.  tiene un pelo coloreado con el mismo tinte y acaba siendo más impresentable en la entrevista que se le hace en su despacho que el original. Insulta a todos los periodistas que desde el plató le están haciendo preguntas lógicas sobre las declaraciones y aptitudes de su encargado de fábrica.

Descalificaciones de manual, de fascista, para no entretenerles con detalles menores. Un falsificador de la historia, un asiduo de los medios ultras que invaden el espacio y las redes. Un profesor de economía que ya tiene antecedentes de malos modos en el mismo canal y con la misma presentadora Susana Griso, pues en la campaña electoral de USA se le invitaba como asesor y experto y decía, como siempre, los comentarios más incendiarios sin ningún soporte documental. Cuando dijo que Soros había financiado un “golpe nazi en Ucrania” se armó un revuelo, fueron a publicidad y a la vuelta no ocupaba su silla.

Pero seguro que a partir de ahora no le faltará sillón en tertulias de la extrema derecha política. Incluso en esos programas seudopolíticos en donde se va incrustando de manera vitalicia el mismo pensamiento cavernícola con Inda y Marhuenda como portavoces privilegiados. La lógica mercantilista y de ideología muy de acorde con Centeno y su original es que como crea polémica e insulta, creará audiencia. El argumento demoledor para darle cabida. Y a los que deglutimos los despojos de la televisión nos inspire durante un rato. Apunten nombre y apellido y cuando lo vean vayan provistos de bolsas por si las náuseas van a más.