Curro VELÁZQUEZ-GAZTELU
Elkarrizketa
ALBA MOLINA
CANTANTE

«La música es música y va más allá de cualquier etiqueta»

Es imposible hablar de Alba Molina (Triana, 1978) y no hacerlo de sus padres Lole y Manuel, o pasar por alto su primer grupo, Las Niñas, y su hit, «Ojú». Alba es una gitana bajoandaluza del siglo XXI. Y socialmente, en este rincón del Guadalquivir, en este Sur del Sur, el ser gitana desde el prisma de la raza calé, tiene su aquel, con ademanes exclusivos de estos lares. La mujer gitana se trata por la sociedad imperante como mujer antes que como gitana. La tendremos mañana en Barakaldo, y el sábado en Gasteiz, con Joselito Acedo.

Alba Molina siempre ha sido una amante de la música en general, aún llevando el flamenco en las venas, se atrevió y atreve con disciplinas musicales tan dispares como Las Niñas, Tucara, O’Funkillo... ¿Dónde se siente más cómoda? ¿Dónde cree que trasmite más?

Todo depende de cómo me voy sintiendo en el momento preciso. En el jazz es donde me siento más cómoda. En el fondo el jazz y el flamenco tienen más puntos en común de los que creemos.

¿Cómo surgió el proyecto de hacer este particular homenaje a la obra de Lole y Manuel?

Hubo momentos en mi carrera que lo había pensado hacer, pero lo deseché porque me parecieron entonces palabras mayores. Al morir mi padre, hubo algo que me empujó a hacerlo. La voz de Lole y la música de Manuel son algo que invocan libertad.

¿Con qué sabía que se iba a encontrar y qué deseba evitar en todo esto?

No iba con esa premisa. Lo que he hecho, es porque lo he sentido así y punto. Me he dejado llevar por lo que soy, sin ponerme parapetos o caer en prejuicios. La pérdida de mi padre fue un momento duro y para este proyecto me he dejado llevar por el alma.

¿Cómo vivía de niña lo que hacía sus padres frente a esa otra parte más ortodoxa que hacía la otra parte de su familia?

Lo he vivido de forma natural, porque es lo que tenía en casa día a día. Esa forma en la que me he criado, ha servido para ser tan ecléctica musicalmente. Aunque sí es cierto que en Lole y Manuel había más luz en sus letras que en las clásicas o populares del flamenco. En aquel momento fue una revolución Lole y Manuel. Aún en el siglo XXI están vigentes sus canciones. Algo vería Tarantino en su música para introducirla en sus películas, ¿no?. (Risas). La música es música y va más allá de cualquier etiqueta.

Las letras de Lole y Manuel han sido junto a la forma de entender la guitarra de su padre y la voz de su madre el sello insignia de Lole y Manuel. Y ahí sale el nombre de Juan Manuel Flores, que siempre e injustamente ha estado en un segundo plabo. ¿Por qué cree que ocurre esto?

Yo no lo creo así. Verás, para Manuel Molina, Juan Manuel Flores fue el mejor poeta del mundo, con una luz y una profundidad increíble a pesar de lo “naif” de sus letras que puede parecer. Y es que Juan Manuel Flores, es Lole y Manuel. Hay canciones escritas entre mi padre y Flores y que parecen escritas por una misma persona. Al igual que la familia Montoya, todos son trianeros y eso se nota.

Joselito Acedo con usted a la guitarra, otro grande.

Totalmente, un privilegio de tenerlo en este proyecto. Tiene un aire, un “swing”, que es para morirse. Tiene una mano derecha privilegiada. Es parecida al toque de Manuel Molina, pero a la vez con su sello particular. El aire trianero, sin duda.

Y aunque el toque de su padre es único, ¿ha querido poner su granito de arena en la guitarra o ha querido ser fiel al estilo de Manuel Molina?

Un poco de las dos, ya que Joselito Acedo ha mamado de mi padre. Creo que ha estado a la altura de las expectativas. Joselito nos conoce de toda la vida. Ha tocado con todos nosotros y se nota que lo ha bebido desde siempre.

El ciclo en el que va a actuar está dedicado a la mujer en relación al flamenco. ¿Cómo ve la situación de estas en el mundo flamenco?

El flamenco está creciendo en todos los aspectos y la mujer también. Creo que estamos más cerca de lo que queremos y reivindicamos, aunque por otro lado aún se repiten esquemas en contra de los valores de la mujer, como en la vida misma. Creo que la música es sanadora y por tanto esto hace para que la mujer crezca.

Estuvo en el festival Flamenco On Fire de Iruñea.¿Qué sensación se llevó del público de Euskal Herria?

La gente de aquí me trató exquisitamente. El público vasco sabe bien lo que va a ver.