El perfil del supuesto autor del atentado que el lunes dejó al menos 14 muertos en el atentado en el metro de San Petersburgo, el joven kirguís de nacionalidad rusa Akbarjon Djalilov, comenzaba a concretarse ayer, mientras el Gobierno ruso anunciaba medidas adicionales de seguridad contra el «terrorismo» en el metro, como la creación de «grupos de respuesta rápida» operativos las 24 horas del día.

Los vecinos de Djalilov describieron al joven de 22 años como un hombre joven «tranquilo y discreto» y las razones que le podrían haber llevado a cometer el atentado seguían siendo desconocidas, aunque la región kirguís de Osh de la que procedía y donde viven sus padres es conocida porque de al&bs;lí han salido muchos combatientes del ISIS.

Los padres de Djalilov, que ayer llegaron a San Petersburgo, identificaron los restos de su hijo. Según la Policía de Osh, la familia llegó a Rusia en 2011 para trabajar, pero en 2014 los padres regresaron a Kirguistán y su hijo se quedó en la ciudad rusa.

Además, siete ciudadanos procedentes de países de Asia Central fueron detenidos ayer en San Petersburgo como sospechosos de colaborar con el Estado Islámico (ISIS) y otras organizaciones «terroristas». Los detenidos están acusados de reclutar a gente para grupos como Al-Nosra y el ISIS, señaló el Comité de Instrucción ruso.

Sin embargo, los investigadores no han indicado por el momento si los siete detenidos tienen alguna relación con el atentado del lunes ni con su supuesto autor.