Gorka Izagirre logró la victoria ayer en la Klasika Primavera al aprovechar la confianza que puso Movistar en él cuando entró en un grupo de ocho corredores formado en el segundo paso por Muniketa. Se marchó en el último descenso para llegar con seis segundos sobre sus compañeros de fuga, entre los que estaban Ibai Salas y Gari Bravo.

El ciclista de Ormaiztegi conseguía así su primera victoria desde la lograda en su primera temporada con Movistar el 25 de julio de 2014 en Ordizia, la prueba que ha ganado en tres ediciones. Ayer logró su primer triunfo en Zornotza tras finalizar segundo en 2014 y 2016 y fuera de Euskal Herria solo ha ganado en 2010 una etapa del Tour de Luxemburgo, donde estrenó su palmarés profesional.

En el equipo navarro le ha tocado ser gregario de Valverde y Quintana casi siempre, aunque este año tuvo libertad en Down Under, donde fue segundo en el primer final en alto y en la general hasta que se cayó, y en París Niza, donde acabó cuarto. En Andalucía y en la Itzulia le tocó trabajar para Valverde y ayer Movistar quiso jugar su baza en Zornotza incluso en una situación en la que no tenía mucha ventaja cuando en el segundo ascenso de Muniketa se marchó con un grupo de ocho corredores en el que el Ukyo tenía mayoría con Guardiola y Pujol y entraron Gari Bravo e Ibai Salas.

Gorka Izagirre se marchó en la última bajada de Muniketa y los perseguidores no pudieron atraparlo y cerró una semana redonda para el Movistar, con cinco victorias en ocho días para llegar a las 18 en tres meses.

«He sufrido mucho al final»

Tras su victoria, Gorka Izagirre trasmitía al servicio de prensa de Movistar que «he sufrido mucho al final, creía que no llegaba. Ya era hora de ganar aquí después de dos segundos puestos. Aunque a algunos que tenemos cerca parece que les resulta sencillo, para el resto es muy difícil ganar. Yo llevaba tres años sin hacerlo y por eso este triunfo me llena de alegría. Con los líderes con los que afortunadamente contamos no tenemos muchas oportunidades, y estos días hay que aprovecharlos».

Sobre el desarrollo de la carrera, el ciclista de Ormaiztegi comentaba que «no tenía muy buenas sensaciones. En la primera pasada de Muniketa no iba a gusto, pero luego con el paso de las vueltas vas entrando en carrera y una vez en la fuga me he encontrado muy bien. La escapada tenía buen nivel, con casi todos los equipos representados, y además sabía que por detrás venían compañeros como Víctor de la Parte, Jesús Herrada o Rojas que podían ganar si nos cogían. Después de la última subida llevábamos muy poca diferencia, me he lanzado un poco para abajo y cuando he visto que tenía hueco ya no he mirado para atrás. La verdad es que ha sido una semana increíble para el equipo y ésta es la mejor manera de cerrarla».

Movistar fue el equipo que más trabajó para tener controlada la fuga que formaron Orjuela, López, Rebollido, Amores y Núñez y después dio por buena la opción de Gorka Izagirre como hizo en Lizarra con Marc Soler o La Rioja con Sutherland para premiar a corredores que han trabajado para Valverde. Ibai Salas logró su mejor puesto como profesional y Gari Bravo siguió la buena línea que le caracteriza.

Las dificultades para poder sacar adelante una carrera

Iñigo Larruzea, organizador de la Klasika Primavera, destaca a GARA que «la sacamos con unas carencias económicas impresionantes y no es una mentira ni un bulo, que está de moda decirlos. Es verdad. Sabiendo lo que hemos vivido, hace seis meses no sacamos la carrera. No podemos traer ningún equipo bueno, ni pagar hoteles y a última hora se echó para atrás un patrocinador potente que ponía 25.000 euros, pero gracias al Ayuntamiento y a alguno más sacamos la carrera».

Calcula que la prueba cuesta unos 70.000 euros con lo justo, porque solo se paga al Movistar lo establecido para los World Tour de 2.600 euros más el hotel. Larruzea explica que «la gente del pueblo me pregunta si van a venir Contador o Valverde y no tenemos dinero para pagarles. Si me dieran Gobierno Vasco o Diputación el dinero que cuesta una etapa de la Vuelta a España... Porque hacen falta 100.000 euros para traer seis World Tours».

Pese a no pagar nada a los equipos que vienen, solo el hotel supondría más de mil euros, Larruzea destaca que «entre el montaje de la meta, las tasas, las motos, sin darte cuenta y sin pagar a equipos, no tengo dinero. Habría que profesionalizar la organización porque los que estamos en el club no tenemos tiempo para buscar patrocinadores y equipos. Pero esperamos seguir, que el tema vaya mejor, que busquemos un sponsor y que sigamos organizándola el año que viene. Si los que estaban antes la mantuvieron no vamos a ser nosotros los que dejemos de hacerla».

Además, el organizador de la Klasika destaca que desde Lizarra al final de la Itzulia son ocho días de competición seguidos: «Antes era una ventaja hacerla detrás de País Vasco, por un día más venían aquí para tener seis. Ahora es lo contrario». Sin embargo, no se plantea un cambio de fechas: «La hacemos en cadetes, juveniles, sub’23 y élite y siempre ha sido en Primavera. No vamos a cambiar porque ahora no te la cambian nunca por antigüedad y si quieres ir a junio no sabes lo que va a pasar. Ni nos lo planteamos».

Quiere agradecer los apoyos de «Ekin, una cooperativa del pueblo que nos patrocina nuestros equipos hasta juveniles, del ayuntamiento y de las 50 personas que nos ayudan en los cruces y en la organización».J.I.