El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró en una entrevista publicada el sábado por el diario “Folha de Sao Paulo” que el juicio electoral que puede anular su mandato «desestabiliza» el país.

«Desestabiliza siempre. Es un asunto negativo», recalcó el presidente en referencia al juicio sobre supuesto fraude en la campaña electoral que llevó al poder en 2014 a Dilma Rousseff y a su entonces vicepresidente, Temer, debido a la sospecha de que fue financiada con dinero desviado de la gran red de corrupción de Petrobras.

El jefe de Estado, quien se encuentra en el poder de forma efectiva desde la destitución de Rousseff el pasado 31 de agosto, espera que su mandato no sea anulado y por eso, dice, no piensa en presentarse a unas eventuales elecciones indirectas, que tendrían lugar en caso de que el tribunal electoral aprobase la casación.

Su formación, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), no ha conseguido nunca hacerse con la Presidencia del país a través de las urnas y fue la impulsora del impeachment contra Rousseff, su aliada en el Gobierno.

El juicio electoral que analiza la campaña de 2014 comenzó esta semana, pero fue suspendido tan sólo dos horas después a petición de la defensa de Rousseff, que solicitó un plazo mayor para presentar sus alegaciones finales y citar a nuevos testigos. No se fijó una fecha para su reanudación.

Todas «oficiales»

El mandatario volvió a desvincular su campaña de la de Rousseff y reiteró que todas las contribuciones que recibió el PMDB mientras estuvo al frente de la formación fueron «oficiales».

Preguntado sobre su relación con el presidente del Tribunal Superior Electoral, Gilmar Mendes –uno de los miembros que juzgará la anulación de su mandato–, Temer dijo que es una persona vinculada a él «por razones profesionales» y negó un «conflicto de intereses».

«Él tomará una decisión en base a aquello que imagina y piensa en la buena interpretación del derecho y de las pruebas de los autos», señaló Temer, quien en los últimos meses ha participado en cenas privadas con Mendes, uno de los jueces más influyentes del país.

El jefe de Estado también evaluó su gestión y considero que no «cometió ningún error» en sus cerca de once meses al frente del Ejecutivo, adonde llegó en mayo, cuando Rousseff fue separada temporalmente de su cargo por el Senado, que la destituyó en agosto.

«Creo que no cometí ningún error. Sólo tuve aciertos. Y aciertos derivados de mucho coraje, con toda la franqueza. Y más que coraje, osadía» al tomar muchas de las decisiones tomadas en este tiempo, destacó.

Cuando está a punto de cumplir un año en la Presidencia, Temer ha llegado a acumular casi un 90% de rechazo a su gestión, producto de las reformas neoliberales que ha implementado.

Temer descartó una candidatura para su reelección en2018, pero precisó que es un «ejercicio de futurología que no conviene hacer ahora».