MÓNACO 3

B. DORTMUND 1

La velocidad al contraataque y sobre todo la efectividad dieron al Mónaco el pase a semifinales de la Champions ante un Borussia Dortmund con demasiadas losas extradeportivas. El atentado sufrido la semana pasada en su autobús hizo extremar la seguridad ayer en el Stade Louis II y ello llevó a que el encuentro comenzara cinco minutos más tarde de la hora prevista debido a que la expedición alemana se retrasó a su llegada al estadio.

A estos inconvenientes hay que añadirle que el técnico del Dortmund, Thomas Tuchel, dejó a una de sus estrellas en el banquillo, Ousmane Dembélé, a quien tuvo que introducir al campo en el minuto 27 de la primera parte con la intención de revolucionar la eliminatoria, pero el marcador ya mostraba un 2-0. Una de las actuales sensaciones, Mbappé, había aprovechado un rechace tras disparo duro de Mendy para abrir el marcador en el minuto 3; y un veterano como Radamel Falcao había cabeceado a la red un centro de Lemar por la izquierda.

Dembélé mostró destellos de su calidad desde su entrada al terreno de juego. A pesar de que el 2-3 de la ida y el marcador en contra hacía de la remontada una utopía, el atacante francés regaló el gol del 2-1 a Reus tras una gran jugada por la derecha nada más comenzar la segunda parte. Los alemanes se fueron a por todas, pero otro recién ingresado en el césped, Germain, mató el encuentro y las mínimas esperanzas del Dortmund.