Víctor ESQUIROL
CRÍTICA «La profesora»

La lideresa de las aulas

Una vez más, nuestra cartelera da señales de vida inteligente, o de al menos de ser consciente de lo que sucede a su alrededor. Una vez más, podemos ir a ver una película de estreno al cine y permitir que nos aborde esa maravillosa confusión de no saber distinguir la realidad de la ficción. Y es que la misma semana en que Esperanza Aguirre mostraba al mundo sus impresionantes dotes de drama queen, al resto de mortales se nos concedía la oportunidad de ir a ver una película sobre una mujer cuyo imperio se construye con la infalible herramienta del abuso de poder.

El –frágil– ecosistema de un instituto de Bratislava de la década de los 80 se ve trastocado por la llegada de una nueva profesora, proveniente de Rusia, y cuyos métodos pondrán en jaque no solo a todos sus alumnos, sino también a los padres de las criaturas... así como al claustro de profesores. El caso es que dicha mujer se sirve de su cargo para tejer a su alrededor una perversa red de favores, todos ellos, ni falta hace decirlo, repercutiendo en su propio beneficio. Cuando la situación llegue a insostenible, se convocará una reunión de urgencia para determinar qué hay que hacer con dicho personaje.

Entonces, un puñado de adultos ocupará el aula de los más jóvenes, sentándose en sus respectivos pupitres... y debatiendo largo y tendido tanto sobre lo sucedido como lo que está por suceder. El director Jan Hrebejk plantea la película de forma no demasiado distinta a como lo hizo Sidney Lumet en el clásico “12 hombres sin piedad”. De lo que se trata aquí es de llegar a la verdad a través del cruce de declaraciones. Misión que se cumple (y con buena nota) gracias al buen trabajo actoral, pero sobre todo gracias al texto de Petr Jarchovský, el cual articula con elegancia y encomiable sentido crítico, un relato que desnuda por igual las miserias del individuo y de un sistema (el comunista) que podría ser cualquier otro.