Amaia U. LASAGABASTER
IPURUA

El Eibar se reanima con dos zarpazos

Tras haber sumado un solo punto en las tres jornadas previas, el Eibar sereencontró con la victoria ante un serio Leganés. Kike García y Sergi Enrichfirmaron los goles azulgranas en la segunda parte.

EIBAR 2

LEGANÉS 0


Cuando más difícil parecía, con una semana cargadísima, el parte de bajas desbordado, un rival en busca de los puntos de la permanencia y la última ilusión de la temporada fuera del alcance, el Eibar se reencontró con la victoria. Y puso fin a su peor racha de la temporada –un punto en tres jornadas y dos derrotas consecutivas por primera vez este curso– precisamente con lo que había echado en falta en los partidos anteriores, consecuencia evidente de la gasolina que empieza a escasear, la chispa.

Fueron sendos zarpazos de sus delanteros, Kike García y un Sergi Enrich que acababa de saltar al campo, los que, además de acabar con la sequía goleadora del equipo –370 minutos–, desnivelaron un encuentro que parecía abocado al empate y en el que las ocasiones se contaron con los dedos de una mano.

Las consecuencias clasificatorias del triunfo no son especialmente significativas para un Eibar que refuerza su octava plaza pero sigue demasiado lejos de la pelea europea, teniendo en cuenta que apenas restan nueve puntos por disputar. Pero probablemente sí lo sean en el plano anímico de un equipo que no quiere repetir el descorazonador final de la temporada pasada. Algo que, por otro lado, ya parecía descartado con un Eibar al que los malos resultados no se le habían acumulado en los últimos días –y puede que en los siguientes, teniendo en cuenta el calendario– por una cuestión de indolencia, sino por un cocktail de cansancio, acierto rival y circunstancias propias de los partidos.

El de ayer, en ese sentido, no registró sobresaltos. El Eibar, al menos, pudo acabar el partido con once hombres sobre el césped por primera vez esta semana. Con tres novedades en el once –Yoel, Ramis y Pedro León sustituyeron al sancionado Riesgo, Gálvez y Enrich, que al fin se tomó un respiro–, a los azulgranas les costó hacer frente a un Leganés que les obligó a jugar en largo, restándoles capacidad ofensiva. Y que además les tuvo pemanentemente en tensión, si no con ocasiones excesivamente claras, sí con llegadas constantes a las inmediaciones del área, como demuestra la docena de córner que acabó botando. De hecho, la ocasión más clara del primer tiempo, con permiso del remate de Adrián que desbarató Bustinza en el punto de penalti, llegó en un saque de esquina cabeceado por Guerrero que Lejeune sacó sobre la línea de gol, en los instantes previos al descanso.

Los cambios

La segunda parte también empezó con susto, un chut de Machís que rozó el palo, pero pronto se inclinó del lado local. José Luis Mendilibar movió ficha, dando entrada a Arbilla, que sustituyó a Rivera en el centro del campo junto a Dani García para disputarle a Peña el título de jugador más polivalente de la plantilla, y Enrich.

La variación resultó determinante. La medular ganó entereza y el ataque colmillo. Y se notó de inmediato. Con más trabajo ahora para los centrales, Kike encontró menos oposición para cabecear el 1-0, a magnífico pase de Juncà, apenas un minuto después de que Enrich saltara al campo. Y cinco minutos después, aprovechando de nuevo un balón en largo del propio Juncà, el propio delantero menorquín solventó un contragolpe batiendo a Herrerín con un buen remate.

Los cambios, y sobre todo los goles, sorprendieron a un Leganés que también buscó soluciones en el banquillo. Aunque estuvo a punto de dársela un futbolista que ya estaba sobre el césped, Guerrero, con un remate que se estrelló en el palo. Pero la reacción de los pepineros, más trabajada que efectiva, se encontró con un rival que supo defender su renta e incluso buscó el tercero a la contra.

Mendilibar: «Es un año como para estar contentos»

La victoria de Ipurua se celebró como correspondía, aunque no dejó totalmente satisfecho a José Luis Mendilibar.

«Ha sido un primer tiempo muy malo por nuestra parte –reconoció–, me imagino que también porque ellos han sabido jugarnos. Nos han ganado todas las segundas jugadas, no nos han dejado jugar hacia adelante, todo hemos tenido que jugarlo atrás. Y ese es nuestro juego, tenemos que jugar en campo contrario, si partimos de nuestro campo, mal. Hemos tenido la suerte de que no nos han hecho gol». Algo cambió tras el descanso. «En la segunda parte hemos ido mejorando. El gol también te da ese saber estar un poco. No ha sido un partido redondo por nuestra parte, hemos acabado ganando con un poco de suerte», aseguró.

Uno de los motivos de la mejoría radicó en las sustituciones. Fue definitiva la entrada de Enrich pero también la de Arbilla, en una posición nada habitual. «Buscaba un poco de chispa, de robar balón, de jugar hacia adelante... –argumentó Mendilibar respecto a la entrada del navarro–. Un poco todo lo que no habíamos hecho hasta ese momento. Apretar arriba sin que el rival jugara cómodo... Eso nos faltaba, el rival creo que ha jugado cómodo hasta que ha saltado Anaitz, que creo que ha hecho una buena labor».

De una manera u otra, lo cierto es que el Eibar acabó celebrando su 15ª victoria. Espectacular, aunque muy probablemente el premio se limite a la octava plaza. No cree el técnico que haya que lamentarse por que no alcance para llegar a Europa. «Es normal, para eso hay que sacar muchos puntos y los equipos que están delante tienen ese objetivo y mucho más presupuesto. Yo creo que es un muy buen año y tenemos que estar contentos. Yo lo estoy, por el trabajo de los jugadores y por la posición que estamos».A.U.L.

Enrich ha participado en todos los partidos

Después de que Pedro León se perdiera el derbi de Mendizorrotza por sanción, Sergi Enrich se convirtió ayer en el único futbolista del Eibar que ha participado en todos los partidos de Liga.

Homenaje al Elgoibar por su centenario

El Eibar homenajeó al CD Elgoibar en los prolegómenos del encuentro por el centenario de su fundación. El Haundi fue el rival de los azulgranas en el primer partido que se jugó en Ipurua, en 1947.