Jonathan SAUL (Reuters)
LONDRES

La amenaza cibernética reactiva la radio en el transporte marítimo

La ola de ciberataques a escala mundial –uno de ellos dejó fuera de línea los sistemas informáticos de instituciones y empresas en más de setenta países del mundo– ha obligado a la adopción de medidas y protocolos de actuación, pero también ha supuesto la recuperación de tecnología de la Segunda Guerra Mundial, como la basada en la radio, en el comercio mundial por mar, donde había sido relegada casi al olvido por el GPS.

El riesgo de los ataques cibernéticos que tienen como objetivo los navegadores por satélite de los barcos está empujando a las países a escarbar en la historia para desarrollar sistemas de apoyo arraigados en la tecnología de radio de la Segunda Guerra Mundial.

Los barcos usan GPS y otros dispositivos parecidos basados en el envío y la recepción de señales por satélite, que muchos expertos consideran que son vulnerables a las interferencias por parte de los piratas informáticos.

Alrededor del 90% del comercio mundial es transportado por mar y hay mucho en juego en unas rutas de navegación que cada vez están más saturadas. A diferencia de los vehículos aéreos, los barcos carecen de un sistema de navegación de apoyo y, si sus GPS dejan de funcionar, corren el riesgo de embarrancar o chocar con otros barcos.

Corea del Sur está desarrollando un sistema alternativo usando una tecnología de navegación que no está basada en satélites sino en elementos ubicados en tierra conocida como eLoran, mientras que Estados Unidos está planeando seguir su ejemplo.

Alternativa al GPS

Gran Bretaña y Rusia también han explorado adoptar versiones de esta tecnología, que funciona bajo señales de radio.

El sistema eLoran se ha probado en Felixstowe, el puerto de carga con más tráfico de Gran Bretaña. Cada año, tres millones de contenedores llegan en los más grandes barcos cargueros del mundo. Manejar con seguridad esos buques en esta ocupada vía marítima es vital y en la actualidad la única ayuda con la que cuentan es el GPS, del que dependen todos los barcos en la actualidad.

Esta tendencia llega tras una serie de trastornos a sistemas de navegación para embarcaciones en los últimos meses y años. No está claro si estos incluían ataques deliberados; los especialistas de navegación dicen que los efectos del clima solar pueden también llevar a la perdida de la señal de los satélites.

El año pasado, Corea del Sur señaló que cientos de sus buques de pesca habían vuelto al puerto temprano después de que sus señales de GPS fuesen interferidas por piratas informáticos de Corea del Norte, país que negó ser responsable de las interferencias denunciadas.

En junio de este año, un barco en el mar Negro informó al Centro de Navegación y Guardia Costera de Estados Unidos de que su sistema de GPS había sido interferido y que más de vente barcos en la misma zona habían sido afectados de forma similar.

Los representantes de la Guardia Costera estadounidense también dijeron que la interferencia del GPS de los barcos interrumpió las operaciones del puerto durante varias horas en 2014 y en otra terminal en 2015. Los representantes no identificaron los puertos.

Un ataque cibernético que afectó a los sistemas informáticos de la naviera A.P. Moller-Maersk en junio de 2017 y que fue noticia mundialmente no afectó a la navegación, pero puso de relieve la amenaza que los hackers suponen para la interconectada industria de transporte por mar, dependiente de la tecnología. El ataque provocó la interrupción de operaciones portuarias en todo el mundo. Maersk Line es la principal empresa mundial en transporte marítimo y división estrella del grupo danés

Red de estaciones emisoras

La iniciativa del eLoran está siendo liderada por gobiernos que ven a esta tecnología como una forma de proteger su seguridad nacional.

Se necesitarían hacer inversiones significativas para construir una red de estaciones emisoras que ofreciesen cobertura de señal, o actualizar las existentes que se remontan a décadas atrás, cuando la navegación por radio era el estándar.