Raimundo Fitero
DE REOJO

Fipronil

Estoy asustado porque los expertos dicen que no es peligrosa la contaminación de los huevos decomisados en Bizkaia. Si no hay “peligro real”, ¿por qué los retiran de la circulación? Yo no sé lo que es verdad o mentira en las noticias habituales, pero empiezo a pedirles denominación de origen a las acelgas y pronto pediré certificado de sanidad a los tomates. Ni de los de la huerta de mi primo me fío. Nos preocupamos por los transgénicos y resulta que los supuestamente normales se producen con tal cantidad de aditivos químicos que cualquier día reventaremos. Insecticidas, transgénicos son propiedad casi exclusiva de una misma empresa farmacéutica que después nos vende los supuestos remedios para arreglar lo destruido por sus otros productos. Un macabro círculo vicioso oligopólico diabólico.

Aprendemos nombres de insecticidas como fipronil que atentan contra nuestra salud, aunque, insisto, los expertos indican que es “improbable” que pueda afectar a los humanos. Pero de momento se están sacrificando decenas de millares de gallinas ponedoras. Y se están retirando de toda Europa esos huevos que “no  afectan”, lo que dicho en términos capitalistas, es una mentira gorda y los expertos son presuntos intoxicadores, u otra cosa de mayor importancia penal. Los huevos. Sus huevos. Trump ahora alerta de una posible intervención en Venezuela. Y todos callan. Sus argumentaciones son demenciales, más peligrosas que dosis generosas de fipronil, porque con dos huevos contaminados de fascismo dice que EEUU están en todo el mundo, como gendarmes, en lugares lejanos, pero que Caracas está muy cerca. Este loco de color panocha la quiere liar. La industria militar está entusiasmada. Solo China le ha pedido calma haciendo uso de la diplomacia de la deuda interna y de su poderío militar ignoto.