En el primer balance semestral tras la fusión, que hizo público el lunes, Siemens Gamesa presentó unos ingresos de 5.022 millones de euros, lo que supone una caída del 12% respecto al mismo periodo del año anterior. Y aprovechó este dato negativo para anunciar una reestructuración de hasta 6.000 empleos en todo el mundo a lo largo de tres años, de los que 700 ya estaban previstos.

Las centrales sindicales reaccionaron con duras críticas, a la espera de conocer más detalles en la reunión que la dirección había convocado para la tarde de ayer en Madrid. El grupo fusionado cuenta con una plantilla aproximada de 4.000 personas en el Estado, con factorías tanto en la CAV como en Nafarroa; de hecho, esta es una empresa de origen vasco por la parte de Gamesa.

Anticipándose a que se aclaren los planes y después de unos «primeros contactos» vía telefónica, el portavoz del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka, afirmó que, si la empresa lleva a cabo algún ajuste en sus plantas de la CAV, será «mínimo».

Además, informó de que el Ejecutivo autonómico tiene previsto reunirse hoy con responsables de la compañía. Añadió que la multinacional está adoptando decisiones a nivel europeo «importantes» que afectan a plantas y a «muchos empleos» en Alemania y en Dinamarca, «entre otros lugares». «La empresa considera que las decisiones que había que tomar en relación con las plantas existentes en Euskadi ya se tomaron en el pasado», puntualizó.

En tiempo récord

Las valoraciones de los sindicatos contrastaron mucho con ese tono de tranquilidad. Así, CCOO de Nafarroa resaltó que Gamesa «ha decidido meter la tijera a la plantilla en un tiempo récord», apenas seis meses después de la fusión con Siemens, y rechazó cualquier recorte de plantillas.

Tras asegurar que los empleados están tan interesados como los accionistas «en que la compañía vaya lo mejor posible», comentó que, si la causa del ajuste es la caída de la acción, el motivo hay que buscarlo en que los inversores «han dejado de confiar en la dirección de Siemens Gamesa, que lleva meses mostrando una inestabilidad poco común». CCOO de Euskadi también incidió en que «tal vez habría que preguntar a Deutsche Bank, que es el banco que se ha desprendido de más acciones en las últimas semanas».

Por su parte, LAB calificó la noticia sobre el ajuste de plantilla de «gravísima» y exigió «que se mantenga el empleo en todas las plantas de Euskal Herria». La central abertzale recordó que, antes de la fusión con Siemens, en 2016 Gamesa tuvo un beneficio neto récord de 301 millones de euros, un 77% más que en el ejercicio anterior, y «los primeros tres meses del 2017 han sido todavía mejores».