A la muerte violenta del vecino de Zornotza Ibon Urrengoetxea en Bilbo en la madrugada del sábado (aún sin esclarecer del todo y sin detenidos) le suceden la consternación y la tristeza en su localidad natal, donde ayer por la tarde se celebró el funeral en Nuestra Señora del Carmen y posteriormente una multitudinaria concentración en la Herriko Plaza. También la Junta de Portavoces aprobó una declaración de «dolor y repulsa» ante este trágico suceso.

Vecinos del municipio declaraban a Efe que la muerte de Urrengoetxea, muy conocido en el ámbito futbolístico de Bizkaia, «ha sido un gran golpe para todos, porque muchos le conocíamos de siempre». Deja esposa y un hijo de cinco años.

El alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto (que también estuvo en Zornotza anoche), lamentó ayer «la tragedia» ocurrida, pero pidió no generalizar porque Bilbo «es una ciudad segura». Advirtió de que «quienes quieran buscar rentabilidad» e intenten «generalizar una imagen de inseguridad» le están haciendo «un flaco favor» a la ciudad.

No obstante, desde el Ejecutivo de Lakua se indicó que están «alerta» y se añadió que se trabaja en el diseño de planes de seguridad en los municipios para «garantizar que este tipo de sucesos no vuelvan a repetirse».

El portavoz, Josu Erkoreka, detalló que «aún estamos en una fase preliminar consecuencia inmediata del ‘shock’ social que han producido estos hechos».