Tommy Wiseau releva a Ed Wood como el autor de la peor película de la historia

Por más que nos duela reconocerlo a los que nos dedicamos a escribir sobre cine, se trata de una actividad supuestamente artística que en la práctica no es más inteligente que la deportiva, si nos atenemos al comportamiento gregario de sus seguidores. Ya nos parece normal que en los festivales de cine fantaterrorífico haya sesiones en las que el público paga por reírse en grupo de una película mal hecha, pero en los Estados Unidos ningún género se salva de la quema, así que el melodrama romántico “The Room” (2003) se convirtió en un fenómeno involuntariamente cómico, cuando en una sala fuera del circuito comercial empezaron a reunirse espectadores para burlarse de sus ridículos diálogos, pésimas actuaciones y factura técnica puramente amateur. Como el mundo occidental es idiota y no tiene remedio, el autor de semejante fiasco, un tal Tommy Wiseau, ha alcanzado una fama que ya quisieran otros cineastas más aplicados o profesionales.
James Franco ha debido de pensar que si Tim Burton le dedicó una película a Ed Wood, considerado como el peor cineasta de la historia, con idéntico motivo él también podía dedicarle otro largometraje al autor de la que es considerada como la peor película de la histora. En realidad ni Ed Wood fue el peor realizador conocido, ni tampoco “The Room” es merecedora de tan dudoso honor, pero son convencionalismos que funcionan. Y si no que se lo digan a James Franco, que tirunfó en Donostia con “The Disaster Artist”, ganadora de la Concha de Oro. Cuenta además con un par de nominaciones a los Globos de Oro, como Mejor Película y Mejor Actor, en esta segunda categoría por su interpretación del ínclito Tommy Wiseau, quien aparece en un cameo. Sabido es que James Franco es como el Santiago Segura de Hollywood, y en sus películas siempre participan un sinfín de amiguetes famosos.

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