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La activista Elena Maleno volverá a declarar en Tánger a finales de mes

Organizaciones de defensa de los derechos humanos y decenas de personas apoyaron ayer a Helena Maleno en el juicio al que se enfrenta en Marruecos por su apoyo a los migrantes en apuros que tratan de cruzar el mar hacia Estado español.

Durante años, la actividad de Maleno en la asociación Caminando Fronteras ha permitido a los servicios de rescate localizar a personas en dificultades en las costas españolas.

Ayer respondió durante varias horas a las preguntas del juez de instrucción del Tribunal de Apelación de Tánger sobre su trabajo humanitario en la ONG. El Tribunal pospuso hasta el próximo día 31 la declaración de la activista.

La activista corroboró sus palabras con documentos probatorios, y la sesión se pospuso para para permitirle aportar más documentos.

Hasta el momento, la justicia marroquí no ha formulado cargos. Su interrogatorio es consecuencia de un informe presentado por la Policía española que hace referencia a una serie de llamadas realizadas por la activista a Salvamento Marítimo en 2012 y 2014 para alertar de la presencia de inmigrantes en apuros en las aguas del Estrecho, actividad descrita por el informe policial como de «fomento de la emigración ilegal».

A principios de 2017 la Fiscalía de la Audiencia Nacional española ya archivó el caso al no encontrar indicios de delito, pero la Policía española insistió y trasladó sus informes a los tribunales marroquíes.

Maleno señaló en Twitter que «el juez ha reconocido mi trabajo como ‘labor humanitaria’» y confirmó «que la acusación viene plenamente por parte de la UCRIF de la Policía española».