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TÚNEZ

Las protestas en Túnez aumentan en el arranque de un año electoral crucial

Las protestas de enero desde 2011 en Túnez tienen este año otra relevancia por las medidas de austeridad impuestas por el FMI e implantadas por el Gobierno de Nidaa Tunis. Este partido, heredero del viejo régimen, ha roto amarras con los islamistas en pleno año electoral.

Las protestas contra los recortes sociales y la subida de precios y de los gravámenes al consumo (entre ellos el IVA) impuestos por el FMI como condición para la concesión de un préstamo de 2.400 millones de euros persistían ayer y su represión se cobró en las últimas horas decenas de heridos y más de 200 detenidos.

Enfurecidas, miles de personas volvieron a salir a las calles de Túnez capital y de una veintena de ciudades más, donde quemaron contenedores, atacaron edificios públicos y se enfrentaron a Policía y Ejército. Un grupo de jóvenes llegó a asaltar y saquear una tienda de una conocida cadenas de supermercados franceses.

Movilizaciones similares tuvieron lugar en otras ciudades como Sfax, Gafsa y Kasserine.

En Tebourba (30 kilómetros al oeste de la capital), cientos de jóvenes salieron a la calle tras el entierro masivo de un hombre de 45 años muerto por la represón policial.

El Ejército tomó las calles de Sidi Bouzid, localidad depauperada del centro del país donde la inmolación de un joven fue el inicio de la revolución que, el domingo hará siete años, acabó con la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Ali. La prueba de fuego llegará ese día con la gran manifestación que han convocado tanto partidos políticos como movimientos estudiantiles y de la sociedad civil. El peso lo lleva, de momento, una nueva plataforma llamada Fech Nestannew (¿A qué estamos esperando?), que copa las redes sociales.

El mes de enero está marcado anualmente por protestas populares desde 2011. Pero el contexto es particularmente tenso este año. Y no solo por los draconianos recortes sociales en un país asolado por una crisis económica y social sin precedentes.

Viejo régimen versus islam

En mayo están previstas las primeras elecciones municipales, retrasadas varias veces, desde la revolucion de 2011. Y el partido en el Gobierno, Nidaa Tunis, ha anunciado la ruptura de su alianza con la formación islamista Ennahda, principal fuerza en el Parlamento tunecino.

Los islamistas quedan así libres frente a un Ejecutivo impopular y que no ha hecho sino reciclar a las figuras, los círculos y los intereses del viejo régimen.

Ennahda parte como favorito para una carrera que le proporcionaría un enorme poder territorial y que pondría a su líder, Rachid Gannounchi, en la rampa de lanzamiento de las presidenciales de 2019.

Nidaá Tunis, en proceso de descomposición pese a los esfuerzos de su fundador y presidente del país, Beji Caïd Essebesi, sin embargo, deberá lidiar con sus recortes y las protestas de un pueblo tan cansado y harto como en 2011.