La recaudación de la Hacienda alavesa alcanzó los 2.303 millones de euros el año pasado, una cifra «histórica» que supera en un 13,3% la de 2016 y que se sitúa, según destacó ayer la Diputación en un comunicado, por encima de la de 2007, en el periodo previo a la crisis económica y que era el máximo registrado hasta ahora. Estos ingresos superan con creces las previsiones iniciales, que apuntaban a una recaudación de 2.129 millones, tal como recordó el Gobierno foral.

El diputado general, Ramiro González, comentó que se trata de unos datos «excepcionales», que están motivados, por un lado, por los acuerdos alcanzados con el Gobierno español en la Comisión Mixta del Concierto Económico y, por otro, por los efectos de la recuperación económica en el herrialde. Los acuerdos respecto al Cupo, que han acabado con las discrepancias que se mantenían desde hace diez años entre las administraciones de la CAV y las del Estado, han sumado a la recaudación final 98,7 millones de euros.

González asumió que, como indican los expertos, esta cifra «no se repetirá en próximos ejercicios porque responde a una actualización puntual». No obstante, aislando los efectos de los ajustes de IVA con el Estado, la recaudación de 2017 sigue superando la del año anterior en 112,2 millones, siempre según los datos aportados ayer por el Ejecutivo foral.

El diputado general celebró que el crecimiento haya sido «homogéneo» en todos los impuestos, tanto directos como indirectos. En concreto, destacó el incremento del peso del Impuesto de Sociedades sobre la recaudación total, en la que representa ya el 9,3%, cuando en 2016 suponía el 8,2%.

La Hacienda alavesa ha recaudado 146,6 millones por este tributo, que grava los beneficios de las empresas, frente a los 122,9 millones de 2016, lo que supone un 19,2% más.

Impuestos ambientales

Por otro lado, en el año 2016 la CAV recaudó 1.194 millones de euros en impuestos ambientales, un 3,1% más que el año anterior, representando un 8,1% del total de impuestos.

Por primera vez, Eustat dio a conocer ayer la Cuenta de Impuestos Ambientales; es decir, de aquellos cuya base imponible sea una unidad física de algún material que tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente.

Estos se agrupan en tres categorías: impuestos sobre la energía –son los más importantes y representan el 86,7% del total–, sobre el transporte –suponen el 12,5%– y sobre la contaminación y los recursos –son el 0,8% restante–.

Los que más aumentaron fueron los que se imponen sobre la energía, ya que crecieron un 7,5% en 2015 y un 4,3% en 2016. Dentro de estos, el de mayor significación es el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos, que en el año 2016 representó el 86,1% del total de gravámenes sobre la energía. El impuesto sobre la electricidad representó el 6,5%.

En los impuestos sobre el transporte, destaca el que se aplica a los vehículos de tracción mecánica, que representaba el 88% del conjunto. Y en el tercer grupo el más importante es el canon por el uso de las aguas continentales para la producción de electricidad.

Por territorios, los impuestos recogidos en Bizkaia representaron el 51,5% del total de la CAV; en Gipuzkoa supusieron el 33,1%; y en Araba, el 15,4%.