Uno de los discursos de agradecimiento más acertados en el desacierto generalizado de la última gala de los Goya, fue sin duda el de Javier Gutiérrez. El flamante ganador del Premio al Mejor Actor tuvo el detalle de acordarse, desde la cima mediática, de todas aquellas personas a las que los caprichos de la industria, la mala suerte, las rencillas y/o el destino, privaron hasta de la oportunidad de levantar un campamento base.

Aún más abajo de es este nivel, encontramos la doble propuesta que conforma esta nueva entrega de Versión Original (y Digital). Después de la gran “fiesta del cine español”, toca volver al planeta Tierra y acordarse de aquellos a quienes no llegó la invitación para asistir a tan distinguida celebración. Hoy toca detenerse y reivindicar ese cine que se encuentra en el otro confín de la galaxia académica. Para llegar ahí, establecemos dos puntos en nuestro sistema de navegación. El primero: “El cosmonauta”, de Nicolás Alcalá. El segundo: “Hard as Indie”, de Arturo M. Antolín.

En otras palabras: Una aventura espacial-existencial y un documental sobre, precisamente, esa ficción. Dos caras de la misma moneda. Dos películas que, cada una a su manera, reflejan la –maravillosa– majadería imperante en el –cruel– negocio de hacer películas. Lo llaman cine. Ahora, también, VOD. Ante nosotros, uno de los ejercicios de género más extraños jamás concebidos en la Península Ibérica, tanto delante de las cámaras (“El cosmonauta”) como detrás de ellas (“Hard as Indie”). La historia nos sitúa en 1975, año en que un astronauta soviético extraviado en su viaje a la Luna, logra regresar a su hogar... Un lugar extraño, casi alienígena, ahora solo habitado por los recuerdos de una vida ya pasada. A años luz de su desconcertante presente.

Lo que en condiciones normales no habría pasado de una película fallida y engullida por sus propia ambición (algo que, visto con la cabeza fría, solo cabe admirar), con el tiempo ha ido adquiriendo la categoría de título de culto. Ahora, gracias al documental de marras, seguro que se convertirá en caso de estudio.

Arturo M. Antolín firma lo que al fin y al cabo podría considerarse como una de las réplicas más lúcidas a “Lost in La Mancha”. Es decir, hace de la historia de un fracaso (la de tres amigos que pretendían revolucionar la producción y distribución cinematográfica) una divertida, didáctica y fascinante reflexión sobre el peso de los sueños.

Porque más allá de su lenguaje poético mal calculado (y aun así, atractivo), “El cosmonauta” es una dosis reconcentrada de romanticismo en el seno de la industria fílmica. “Hard as Indie” da fe de ello, al adentrarse en el ojo de un huracán originado por la friolera de 4000 productores (cosas del micro-mecenazgo), y un ego monstruoso, el de un cineasta dispuesto a luchar contra todos los elementos (hasta con contra su propio equipo) con tal de realizar su visión. De 1975 a 2013 para aterrizar, finalmente, en 2018. Una odisea desde luego imposible... y accesible sin tener que desembolsar un solo euro. Gratis, vaya. Como tenía que ser. En Filmin y Vimeo, solo se requiere darle al Play.