Después de rechazar por dos veces –en noviembre y la pasada semana– proposiciones de Ley sobre Memoria Histórica, el Parlamento abrió ayer el camino a que la redacción de la norma se acometa después de que en el plazo de ocho meses el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, elabore un informe sobre las necesidades en esta materia. PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podamos votaron a favor tras acordar el texto y el PP lo hizo en contra.

Después de que primero en noviembre de 2017 y después el pasado jueves la Cámara rechazara sendas propuestas de Elkarrekin Podemos y EH Bildu, ayer se aprobó al fin una proposición no de ley que abre la vía para llegar a esa misma meta. El parlamentario independentista Julen Arzuaga explicó que este acuerdo a cuatro bandas demuestra que, contrariamente a lo que aseguró la semana pasada el jeltzale Iñigo Iturrate, su objetivo al presentar la iniciativa no era poner en apuros al PNV, sino situarse del lado de las víctimas del franquismo. Arzuaga estimó que el rechazo a su propuesta se debía a que los jeltzales querían hacer la ley con sus propias condiciones. EH Bildu, según dijo, podía haber alegado los agravios pasados para no firmar esta enmienda, pero «nosotros no somos así, así son ustedes, señor Iturrate», le espetó Julen Arzuaga.

Con este acuerdo, el Parlamento insta a Gogora a elaborar en ocho meses un informe sobre las necesidades en las políticas públicas de Memoria Pública y un análisis sobre las potencialidades y carencias del actual marco. Sobre esa base, la Cámara «acometerá en su caso una Ley Vasca de Memoria Histórica integral, que recoja el trabajo de los movimientos memorialistas e instituciones históricas, y que tome en cuenta la opinión técnica de las instituciones académicas, garantizando la participación de dichos agentes en su proceso regulador».