De puta a monja en cinco minutos, y al revés, que diría el filósofo de Utrera. La reconfortante y categórica victoria del Athletic en Moscú fue recibida la tarde-noche del jueves lo mismo que en la resaca del día después como una bocanada de aire fresco, un boca a boca del que tan necesitado estaba el equipo, pero sobre todo un entorno rojiblanco que se ha agarrado al 1-3 sin mirar más allá de si los suyos hicieron o no algo diferente a lo que vienen proponiendo desde que comenzara el curso. Ni un solo pero a un triunfo de campanillas y que reivindica el idilio que el Athletic ha establecido con esta competición más apetecible ya por aquí que la propia Copa. Ganar en Europa no es nada fácil, hacerlo a domicilio mucho menos aún, y si es ante un rival con un bagaje histórico importante tiene todavía más mérito. Pero el partido en suelo ruso dejó no solo, por fin, un serio encuentro de los bilbainos y un marcador ilusionante cara a la vuelta, sino que también reveló con nitidez lo que es este Athletic de Kuko Ziganda y cuál es su propuesta futbolística.

El Athletic firmó un partido al más puro estilo de lo que debe ser un duelo continental a cara o cruz. Serio y solvente atrás, eficaz y letal arriba. Aquí con florituras y abalorios no llegas a ningún lado a no ser que uno tenga la capacidad de traducirlo en algo concreto. Aquello de que la posesión no es un fin, sino un medio, pues lo mismo. Lo que suceda entre lo uno y lo otro, entre defender bien y marcar a la primera que tienes, no suma en los anales. Nadie disecciona si a una final llegan los mejores; han llegado y punto. La cuestión aquí, en el caso del Athletic, es si ese 1-3 tan alabado, y con razón, le dará al equipo para mejorar sus prestaciones y números en esa Liga que, como decía Ernesto Valverde, te da de comer.

El Athletic de Moscú volvió a tirar de solidez atrás como punto de inicio para rascar algo positivo, volvió por donde ese arreón de finales de año que le valió hacer acopio de puntos, algunas victorias incluidas. Defenderse bien, sacrificarse mucho y aliarse con esa eficacia de con cuatro remates, hacer tres goles. La excepción, no la norma. Un planteamiento que es perfectamente válido para viajar mañana al Wanda Metropolitano, eso sí, sin Aduriz ni Raúl, pero que en ningún caso para ser el Athletic que quiere dominar los partidos y llevar la iniciativa. Que haya jugadores en sala de prensa que sigan vendiendo humo con ese mensaje resulta chocante. Porque a domicilio el Athletic de hoy es el de nadar y guardar la ropa, y si Aduriz caza alguna, tan contentos, mientras en casa, donde sí está en la obligación de ir a por el rival, es cuando se le desatan las costuras.

San José en lugar de Beñat

Carencias que tienen que ver más con el planteamiento de su entrenador que de los jugadores con los que cuenta. Ante el Spartak, tras el gol ruso, los locales se adueñaron de la pelota y el juego, y Kuko tenía dos opciones: o tratar de retener un poco más el balón, con lo que el elegido debería haber sido Beñat, o reforzar el entramado defensivo, con lo que la opción fue la de San José por delante de la zaga junto a Iturraspe, más Rico. Amarrar. La propuesta de juego de Ziganda.

Los experimentos con gaseosa de inicio de temporada fueron eso. Varios meses después y visto lo visto, el navarro que venía para sacudir el árbol ha tirado de los de siempre. Frente al Eibar, alineó por primera vez en 2.783 jornadas de Liga a siete jugadores de más de 30 años, seis de ellos titulares; ante el Spartak, de nuevo seis treinteañeros en el once inicial, siendo la alineación más veterana del club en toda su trayectoria europea. Y cuando Balenziaga se recupere enviará a Lekue al banco, en tanto Unai Núñez de jugar todo ha pasado a ser el relevo de Yeray –que no de Iñigo Martínez–, Córdoba parece haber dicho todo lo que tenía que decir este curso y Beñat, el hombre llamado a guiar a un Athletic que de verdad quiera llevar la iniciativa y dominar siempre, ve cómo apenas pinta nada ya.

Este es el Athletic de Ziganda, el que no es extraño que se sienta más a gusto fuera que en San Mamés visto lo que propone. Un Athletic pragmático, resultadista sería el vocablo de andar por casa, seguramente obligado por las circunstancias, empujado por las urgencias, más cholista que txingurrista... Kukista.

Aduriz, en el club de Messi o Van Nistelrooy

Jupp Heynckes, Rivaldo, Jardel, Van Nistelrooy, un tal Messi, Falcao, Cristiano Ronaldo... y Aritz Aduriz. Son los únicos jugadores en la historia en haber marcado diez o más goles en competiciones europeas en dos o más temporadas diferentes. A ese selecto club del que daba cuenta ayer la cuenta @2010MisterChip en Twitter, se unió en Moscú el donostiarra de 37 años. Ni delanteros como Di Stéfano, Santillana, Quini, David Villa, Butragueño o el mismo Raúl consiguieron algo igual. Con 7 dianas ya lidera la tabla de goleadores en esta Europa League, por delante de Mario Balotelli. «Estoy en un equipo maravilloso que me ayuda muchísimo y soy muy afortunado por poder vestir la camiseta del Athletic todos días», comentó tras su doblete ruso. «Queremos hacer algo bonito en Europa», se mostró ilusionado el delantero.J.V.