Raimundo Fitero
DE REOJO

Letristas

En la SGAE están esperando un motivo cualquiera para volver a ser noticia. Lo son por tantas razones y ninguna buena, que si llega ahora que hay que cobrar derechos por la letra de un himno, se acumularán las colas en ventanilla. Los letristas españolistas están de moda. Marta Sánchez es tan patriota que vive en Miami para no pagar los impuestos correspondientes. Es una de las características de los patriotas de última degeneración. De Guindos, por ejemplo, se va de vicepresidente del Banco Europeo, después de haber arreglado las cuentas de todos los bancos españoles en quiebra a costa del dinero de todos los contribuyentes sin paraísos. Un auténtico patriota, por eso no se sabe exactamente lo que ha costado en euros corrientes y en prebendas y contratos secretos que el representante irlandés se retirara de la contienda para que el buitre calvo esté cobrando algo más de novecientos euros al día en su nuevo destino para hacer que el capital siga acumulando capitales a costa de los trabajadores.

Yo no sé qué canción le pondría a una noticia que parece ser auténtica que nos informa de que más de setecientos restaurantes (es un decir) de KFC han tenido que cerrar en Gran Bretaña porque no les llegaban los pollos para sus fórmulas mágicas de comida empanada, que empana a quien come esos famosos pollos sin cabeza. O si repasan la actuación en el parlamento español de Álvaro Pérez, antes “El Bigotes”, se puede hacer un rap aflamencado, un chotis asilvestrado, un reguetón de protesta o una marcha nupcial con ribetes fúnebres, porque ha soltado por su boca con un desparpajo de cómico de taburete todas las relaciones peligrosas entre dirigentes de la banda de M. Rajoy en València, Madrid y todo el reino con la incorporación de consortes en la trama. Con un relato coherente y verosímil.