Tras las críticas recibidas por el último tiroteo ocurrido el pasado día 14 en el Instituto Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida) que dejó un saldo de 17 muertos, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha propuesto armar al personal docente para así evitar ese tipo de hechos.

El miércoles recibió en la Casa Blanca a supervivientes del último tiroteo, ante los cuales sugirió que, si algún profesor hubiese tenido acceso a armas, podría haber terminado el ataque «muy rápidamente».

Ayer, ante la polémica suscitada por estas palabras, aseguró vía Twitter que «nunca» habló de «dar armas a los profesores, como aseguran las fake news CNN y NBC. Lo que dije fue examinar la posibilidad de dar pistolas ocultas a profesores expertos en armas con experiencia militar o de entrenamiento especial, solo a los mejores».

Este colectivo, que sitúa en torno al 20% del personal docente, sería en su opinión «capaz de devolver los disparos inmediatamente si un enfermo salvaje llega a la escuela con malas intenciones». «Serviría como disuasión a los cobardes» y sería menos costoso que desplegar agentes de seguridad, añadió.

«Podrían disparar si un salvaje sicópata llegase a un escuela con malas intenciones. Una escuela sin armas es un imán para gente malvada. Los ataques se acabarán», exclamó.

Según este argumento, un tiroteo dura, de media, tres minutos, y los primeros servicios de emergencia no llegan hasta pasados entre cinco y ocho minutos del primer aviso. Los profesores, sostuvo, «resolverían el problema instantáneamente, antes de que la Policía llegase».

En otro mensaje minutos después en la misma red social anunció que impulsará «con contundencia la Revisión Integral de Antecedentes con énfasis en salud mental. Aumentar la edad de acceso a armas a los 21 años y prohibir la venta de dispositivos que convierten rifles en armas automáticas».

«El Congreso está en el momento adecuado para finalmente hacer algo en este tema. ¡Espero!», afirmó Trump. Bajo la ley federal de EEUU, la edad mínima para comprar un arma de fuego son 21 años si es una pistola y 18 si es un rifle, aunque algunos vendedores sin licencia las pueden suministrar a personas aún más jóvenes. El autor del tiroteo en Florida, Nikolas Cruz, de 19 años, perpetró la masacre con un rifle de asalto AR-15 adquirido legalmente.

Medios locales informaron ayer que algunos profesores y personal de la Webber International University, en el condado de Polk (centro de Florida) podrán pronto portar armas.

La oficina del alguacil de Polk señaló que se ha previsto la puesta en marcha de un programa «centinela» en esta universidad que «proporcionará capacitación integral y profesional para la aplicación de la ley a los miembros de la facultad y el personal de la universidad».

Este programa permitirá a los profesores llevar «armas de manera oculta con el fin de responder con rapidez a un atacante para detener una amenaza potencialmente mortal» en el campus. La citada universidad y el alguacil de Polk firmaron ayer un contrato para la aplicación del programa «centinela».

El presidente de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) de Estados Unidos, Wayne LaPierre, culpó ayer a los demócratas y al FBI del tiroteo de Florida.

«Los demócratas están impacientes por responsabilizar a la NRA, porque odian a la NRA y odian la Segunda Enmienda», subrayó durante su alocución en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), la mayor reunión anual de conservadores en EEUU, que comenzó en National Harbor (Maryland).

AI: «EEUU ha instalado un discurso de odio»

Amnistía Internacional (AI) advirtió de que durante 2017 el mundo entró en una «nueva era» en la que los derechos y libertades fundamentales ya no están garantizados ni en el llamado primer mundo, debido a la imposición del «discurso de odio», que ha derivado en «la discriminación a gran escala de los grupos marginados», como refugiados, inmigrantes y minorías étnicas y religiosas, según el informe anual de la organización. Señaló como principal motor de esta tendencia global al Gobierno de Donald Trump, que arrancó su mandato con un veto migratorio a ciudadanos de países de mayoría musulmana.

«Preparó el terreno para un año en el que quienes ejercían el liderazgo llevaron la política del odio hasta sus últimas y más peligrosas consecuencias, pero no ha estado solo», resaltó el secretario general de la organización, Salil Shetty. «Y ahora se ciernen sobre el mundo los fantasmas del odio y el miedo», lamentó.GARA