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Un ataque realizado en nombre del ISIS deja cuatro muertos en Francia

El yihadismo volvió a poner a Francia en su punto de mira ayer con un nuevo ataque perpetrado por un joven de origen marroquí que dijo pertenecer al Estado Islámico y que dejó al menos cuatro muertos tras robar un coche y matar a uno de sus ocupantes, atacar a un grupo de policías en Carcassonne e irrumpir en un supermercado en Trèbes, donde el atacante mató a dos personas y se atrincheró hasta que fue abatido por las fuerzas de seguridad.

Al menos cuatro personas –incluida el atacante– murieron y otras 16 resultaron heridas ayer en el sur de Francia en un atentado reivindicado por el Estado Islámico (ISIS) y perpetrado por un joven que fue abatido por las fuerzas de seguridad tras atrincherarse durante varias horas en un supermercado. El autor del ataque fue identificado como Redouane Lakdim, de 25 años y origen marroquí.

El ISIS reivindicó rápidamente el atentado a través de su agencia de propaganda Amaq. «El hombre (...) es un soldado del Estado Islámico, que actuó en respuesta al llamamiento» a actuar «contra los países miembros de la coalición» internacional contra el ISIS en Irak y en Siria, según un comunicado colgado en la red social Telegram.

Lakdim –fichado por pequeños actos de delincuencia, pero incluido también en el fichero de potenciales radicales– utilizó una pistola de 9 milímetros. Se trata de un «delincuente común», un «pequeño traficante» que las autoridades no pensaban que se había radicalizado y que actuó en solitario, afirmó el ministro francés del Interior, Gérard Collomb.

Periplo mortal

Lakdim, que según fuentes cercanas a la investigación dijo actuar en nombre del ISIS, comenzó a media mañana un periplo mortal que acabó tres horas y media más tarde, tras haber matado a tres personas y causado dieciséis heridos, varios de ellos de gravedad. Robó un automóvil en Carcassonne y mató primero al conductor e hirió al copiloto. Un poco más lejos, hirió a un policía que corría con otros agentes cerca de un cuartel. Y minutos después, sobre las 11.15 horas, irrumpió en un supermercado de Trèbes, a menos de 10 km de Carcassonne, donde mató a otras dos personas, y tomó varios rehenes –diez de ellos consiguieron huir después de refugiarse durante una hora en una cámara frigorífica, según relataron– antes de ser abatido por efectivos de la unidad de élite de intervención de la Gendarmería, el GIGN.

En el transcurso de la toma de rehenes, las fuerzas de seguridad lograron intercambiar a uno de los retenidos por un teniente coronel de la Gendarmería, que fue clave en la resolución de la crisis, según Collomb. Gracias a que dejó su teléfono encendido sobre una mesa, los gendarmes pudieron seguir desde el exterior lo que sucedía en el supermercado y, cuando escucharon un disparo, lanzaron un asalto que acabó con la muerte del atacante, agregó.

Agentes de unidades especiales de la Policía, encapuchados y fuertemente armados, realizaron registros por la tarde en el barrio de Carcassonne donde vivía Lakdim, a pocos cientos de metros del centro histórico.

Peligro «endógeno»

El presidente francés, Emmanuel Macron, que participaba en la cumbre europea de Bruselas, adelantó su regreso a París para presidir una célula de crisis. Aseguró que «la amenaza sigue siendo elevada» y señaló que ante la debilidad del ISIS en su feudo de Siria e Irak, Francia afronta ahora un peligro «endógeno», ya que se trata de individuos que «pueden estar influidos por el ISIS u otras fuerzas exteriores» y no de «ofensivas dirigidas desde la zona de Irak y Siria», como en el pasado.

El de ayer fue el primer atentado yihadista en Francia desde la muerte de dos jóvenes en la estación de trenes de Marsella el 1 de octubre pasado y el decimotercero con víctimas mortales desde el cometido contra el semanario satírico “Charlie Hebdo” el 7 de enero de 2015. En ellos han perdido la vida más de 200 personas, lo que sitúa a Francia como uno de los principales blancos del ISIS.

Las autoridades temen nuevos atentados a pesar del incremento de las medidas de seguridad, cuya señal más visible es el despliegue de 10.000 policías y militares en las calles, estaciones y lugares turísticos.