La plantilla de Vicinay Sestao, compuesta por 155 trabajadores, secundó ayer un paro de 24 horas. Harán otro tanto mañana, y han registrado una tercera para este domingo. Llevan tres años con congelación salarial, pero las condiciones sociales vigentes con las que trabajan se remontan al año 2001. El comité de trabajadores se queja de la ausencia de propuestas que la empresa puso sobre la mesa en la última reunión que se celebró por salvar la jornada de huelga de ayer. El viernes tienen un nuevo encuentro para intentar acercar posturas.

Las protestas han sido convocadas de forma unitaria; LAB, ELA, UGT y CCOO tienen representación sindical, el comité de empresa apoya esta serie de iniciativas. «Nosotros vamos en serio en nuestra lucha. Queremos negociar con la empresa, pero que lleve propuestas. Nuestras peticiones son claras: recuperar las condiciones laborales y salariales que teníamos», expresa a este diario Alexis Rodríguez, representante de LAB Industria en Ezkerraldea.

La empresa se trasladó desde Zorrotzaurre a su ubicación actual en Sestao hace tres o cuatro años, y fue entonces cuando se produjo el retroceso en sus condiciones «haciendo uso de la reforma laboral del PP», señala.

La empresa emplea tecnología punta y trabajadores muy cualificados para producir las cadenas que sujetan las petrolíferas. «Estas enormes piezas suponen el 5% del valor total de una planta petrolífera», cita para señalar la importancia del trabajo que realizan.

Precisamente, Vicinay ha recibido numerosos reconocimientos por su excelencia. Creen que no es compatible con las condiciones laborales que denuncian. «Queremos un convenio justo y decente. ¿Es esta la industria 4.0 del PNV?», se pregunta. Mañana se concentrarán frente a la sede matriz de la compañía, situada en Leioa.