La Unión Europea debe «defender con firmeza» su democracia frente a la tentación autoritaria en algunos países, urgió ayer el presidente francés, Emmanuel Macron, en su primera intervención ante el Parlamento Europeo desde su elección, que presentó como un impulso europeísta.

El discurso forma parte de una operación de seducción con vistas a las elecciones de mayo de 2019 a la Eurocámara, donde el partido de Macron, La República En Marcha, busca su sitio para la próxima legislatura al no estar afiliado a ninguna familia política europea.

A la vez supone una defensa de su proyecto ante las reticencias de Alemania y otros países del norte de Europa a las reformas que plantea Macron.

«La respuesta no es la democracia autoritaria, sino la autoridad de la democracia», dijo Macron, cuya elección en mayo, frente a la ultraderechista francesa Marine Le Pen, se vio como un freno al euroescepticismo.

El inquilino del Elíseo advirtió de que «una especie de guerra civil europea reaparece. Nuestros egoísmos nacionales nos parecen a menudo más importantes que lo que nos une frente al resto del mundo», estimó, alertando que «la fascinación iliberal crece cada vez más».

El proyecto europeo se prepara para su mayor cambio en décadas: la retirada de Reino Unido en marzo de 2019, en un contexto en que las fuerzas euroescépticas mantienen su fuerza y cuando Bruselas mantiene un pulso con el Gobierno conservador de Polonia por la situación de su Estado de derecho.

«Nuestra responsabilidad en los próximos meses [es] organizar un verdadero debate europeo que permita a nuestro pueblo escoger entre aquellos que quieren una Europa del repliegue y aquellos dispuestos a defender una Europa (...) con una democracia viva», agregó.

El discurso del presidente francés no acaba de cuajar en el bloque más allá de Bruselas y de los pasillos de la Eurocámara.

El impulso reformista de París se ha visto frenado precisamente por la pasada parálisis política en Alemania, en un primer momento, y por sus reticencias sobre algunos planes de Macron, compartidas con otros socios de la UE. La reforma del sistema de asilo, el impuesto sobre las multinacionales del entorno digital o la reforma de la Unión Económica y Monetaria, incluida la unión bancaria, son algunos de estos planteamientos

Un cambio en el sistema de fuerzas de la Eurocámara

La nueva formación europea que quiere poner en marcha Emmanuel Macron puede ocupar el lugar de la actual Alianza Europea de Liberales y Demócratas (ALDE) y absorber a miembros de la socialdemocracia cambiando en las elecciones de 2019 el actual sistema de fuerzas en la Eurocámara. El proyecto «En Marche» impulsado por Macron coincide en gran medida con el ideario liberal de la mayor parte de los socios de ALDE, cuarta fuerza en la Eurocámara. El propio líder liberal Guy Verhofstadt, o el partido español Ciudadanos han empezado a hablar con Macron, que también habría contactado a algunos miembros de la actual familia socialdemócrata, como el PD italiano. Entre los más reticentes a sumarse a la nueva fórmula creada a medida de Macron estarían varios de los socios nórdicos y holandeses de ALDE. Si Macron consigue su propósito tendría una mayor capacidad de presión para sus propuestas de integración europea, y las políticas económicas comunitarias tomarán un impulso aún más liberal.GARA