Arnaitz GORRITI
Euroliga

El delirio toma las gradas del Zalgirio Arena al poner a su equipo camino a Belgrado

Los lituanos regresan por primera vez a una Final four desde 1999, edición enla que acabaron campeones. Ulanovas y Pangos apuntillaron a Olympiacos.

ZALGIRIS 101

OLYMPIACOS 91


Zalgiris Kaunas vuelve a una Final Four por primera vez desde 1999. Una edición primorosa en su historia porque, bajo la batuta de Jonas Kazlauskas y Tyus Edney, se llevó el torneo contra todo pronóstico. En la «era moderna», el Zalgiris comandado por el gran Arvydas Sabonis estuvo a un tris de meterse en la Final Four de Tel Aviv 2004, pero un triple de Derrick Sharp envió el decisivo duelo de La Mano de Elías a una prórroga que los lituanos no podían ganar.

Pero ayer no hizo falta prórroga alguna, y Zalgiris, contra todo pronóstico, será el primer calificado para jugar en mayo en Belgrado después de volver a superar a Olympiacos en el cuarto partido de su serie. Edgaras Ulanovas, que en el tercer partido renunció a lanzar tiros claros, ayer el alero nacido en Kaunas tiró del carro, sumando 20 puntos, 11 de ellos en el tercer cuarto, y 9 rebotes, mientras que Pangos, con 21 puntos, mantuvo la reacción helena a raya.

Camino a la cúspide

Si el partido del martes comenzó con una sobreexcitación increíble en la grada del Zalgirio Arena, ayer se rozó la fiebre. Una suerte de marabunta cada vez que el balón entraba en la canasta de Olympiacos, y que obligó a Sfairopoulos –que debió descartar a Printezis– cuando Zalgiris se adelantaba 14-5.

Pero tanta sobreexcitación le pasó factura, pese a las broncas y continuos cambios de Jasikevicius.Zalgiris vio cómo Olympiacos se arrimaba 23-22. Y en estas, con Beno Udrih en cancha, Zalgiris volvió a irse. El base esloveno le dio calma, viéndose con una máxima renta de 17 puntos: 46-29, aunque los tiros libres de Spanoulis y McLean consiguieron que el cuadro de Kaunas no sentenciara del todo el choque en tiempo de descanso: 51-37.

Después llegó el momento de Ulanovas, desarbolando por completo a un Olympiacos que empezaron el último cuarto con la eliminatoria virtualmente perdida con 78-56. Pero quien creyera que los de Sfairopoulos iban a dejarse ir sin más, es que no conoce la historia de este club desde 2011; una historia en la que sus remontadas han sembrado el terror en todo el continente. Y así lo hicieron, pero casi sin lograr bajar de los diez puntos de desventaja.

Ahí estaba Pangos, con sus tiros libres, y Toupane con sus triples, para, pese al pataleo heleno final, devolver a Zalgiris a la cúspide del basket europeo.