Pablo CABEZA
BILBO
Elkarrizketa
SERGIO GIL
BAJO DE YELLOW BIG MACHINE

«La improvisación nos gusta y de ahí salen canciones, que suenan a diferentes estilos»

Más de una década arropan las cinco referencias que Yellow Big Machine ha grabado. Propuesta postpunk que va quedándose escasa para definir la voracidad estilística del cuarteto bilbaino, quien presenta mañana en la sala Stage Live de Bilbo «See you next time», recién editado.

Yellow Big Machine creció con los sonidos de bandas en el entorno de Dinosaur Jr., Sonic Youth, Pavement, Pixies... La educación musical se mantiene, pero Sergio Gil matiza su presente con una larga lista de músicos aconsejables: Amber Arcades, Belako, Boomgates, The Clean, The Drones, FAVX, The Feelies, Heartless Bastards, Kevin Morby, Kurt Vile, The Nerves, Ought, Walnut... Nada que no demuestre que YBM es un grupo inquieto que ha ido creciendo no por inercia, sino por densos trabajos de postpunk. noise, garage y, simplemente, rock.

Con una discografía sólida y un directo que, en general, ha superado lo grabado, esos pulsos de intensidad, tensión y frescura del escenario, YBM actúa mañana en la sala Stage Live de Bilbo a partir de las 21.00, después será el turno de Rural Zombies, también con nuevo disco. YBM presenta “See you next time”, grabado en los estudios Tío Pete después de una serie de grabaciones realizadas en su amplio local de ensayo en el barrio de Rekaldeberri compartido con el dinámico músico, técnico de sonido y productor Aingeru Malaxetxebarria, a quien dedican la apertura del álbum, “Don’t complain” (grabada por él), ya que fallecía repentina y prematuramente el pasado 13 de diciembre.

De momento el disco se encuentra en digital en su Bandcamp, al asequible precio de 5 euros, y Spotify. Esta vez YBM no tienen prisa por el formato físico (cedé o vinilo). «La decisión fue complicada, pero también tomada con firmeza, hay muchas etapas en la elaboración del disco, en este caso hemos pospuesto digamos que, el último eslabón de la cadena. El componente económico es un factor claro a la hora de tomar decisiones, pero también hemos valorado otros criterios, como una mayor difusión que lo digital permite frente a lo clásico. En cualquier caso y como resumen, con el tiempo ‘See you next time’ se podrá mirar y también tocar».

En «Always with you» y «Here comes the big fun» la electrónica y los teclados pertenecen a dos colaboraciones; sin embargo, en «See you next time» los sintetizadores ya están tocados por ustedes, ¿son receptivos al aprendizaje?

Sí, algo así. Hemos sido autodidactas con nuestros propios instrumentos desde pequeños y la innovación y autoaprendizaje van en nuestro ADN. También somos amantes de la improvisación y muchos de esos arreglos o acompañamientos nacen en la propia grabación. El último toque de frescura para nuestras canciones, nuevas para todo el mundo salvo para nosotros, jejeje.

 

Donde más presentes están los sintes es en «The way I feel», muy envolvente, de aire sicodélico oscuro...

Es una de ellas, sí. Lo has definido muy bien. Un corte en el que el teclado te lleva sobre la canción como la alfombra a Aladín. También nos parecía que le cubría a la canción una sonoridad muy bonita y una perfecta combinación con la melodía.

«The next time» también echa mano de sintetizadores, pero el corte es aún más sombrío y puede recordar a postpunk un tanto dramático. Nos parece una de las mejores canciones del disco.

Gracias!. Sí, este corte es uno de los más sombríos, como apuntas. Los sintetizadores los hemos usado para apoyar esa oscuridad ya gestada en el tema. Es una canción de la que estamos especialmente contentos, por su contenido y forma y también por el resultado final conseguido en la grabación. Respecto al género, como dices, tiene tintes postpunk. En particular para este caso, y en general para todas las canciones, no buscamos de antemano el hilo conductor. Obviamente un grupo tiene su sello de identidad y hay un nexo entre las canciones, discos, etc. La improvisación nos gusta y de ahí salen canciones, que suenan a diferentes estilos: postpunk, hardcore, pero también pop y mucho garage.

Es sencilla, pero un hit. Y una vez más se demuestra que para construir una sólida canción no hacen falta muchas ideas sino dos o tres muy buenas y no complicarse innecesariamente.

Tienes toda la razón, no siempre hay que darle una segunda vuelta. Esta canción nació con el estribillo que podemos oír hoy y poco más tiene añadido salvo las dos estrofas. Recordamos perfectamente ese momento. Al acabar de tocarlo (estribillo) nos miramos y dijimos: ‘Joder, qué guapo ¿no?. Ya tenemos una canción’. Eso es, los pequeños detalles hacen que la canción camine y llegue bien al oyente. Y no solo no cansa, sino que una vez escuchada, seguro que te ha pasado [cierto], vuelves a cantar el estribillo.

Si el postpunk melodramático con rayos de luz ha sido parte del disco, en «Adapt & survive» se enfadan y los jarkoretas serían felices codeándose con el minuto de la canción». ¿Buscaron una confrontación inesperada en la escucha del disco?, ¿algo así como una prolongación de la punkarra «Hostieja» de 2014?

Jejeje, eso es. Quizá esta canción sea la ‘Hostieja’ del ‘See you next time”. Otro corte que refleja una de las caras más naturales y espontáneas de Yellow. Una mezcla de enfado, pero canalizado en una gran energía positiva. Cuando la hicimos, no nos pidió más el cuerpo. Esta canción tenía que ser lo que era, tenía que ser lo que es.

Roberto, Pablo, Álvaro, el viajero, y usted. Son más doce años juntos. No es un milagro, pero tampoco es muy frecuente. Da la impresión de que para que esto suceda, y no viviendo de la música, se tiene que entender la música más como una pasión colateral que un modo de vida.

Es cierto que no es frecuente ver a bandas que lleven juntas tanto tiempo, salvo un breve inciso por desplazamientos, pero aún así son muchos años. De hecho, se remonta a más atrás ya que, excepto Álvaro, venimos del mismo colegio. La relación se gestó en nuestra adolescencia. No vivimos de la música, pero como puedes ver es nuestra vida, nuestro modo de vida como dices. Hay que saber y tener en mente por qué nació Yellow, mientras te acompaña ese pensamiento las cosas suceden, continúa la historia. Somos cuatro amigos tocando desde el colegio porque les apetece, no hay nada que pague eso.

¿La evolución musical requiere no tener trabas mentales? ¿Dejarse llevar por el corazón sin perder de vista la mente?

Eso es, tiene que ser natural. Si hay trabas quiere decir que alguien ha colocado un filtro que no debería estar ahí. Nos guiamos por ambos, corazón y mente. La música nace desde el corazón, pero necesitas la mente para ponerlo en práctica.

¿Dolidos porque se merecen más de lo conseguido o resignados ante la deriva inevitable de la música hacia lo comercial?

No, estamos muy agradecidos por todo el apoyo en estos años, desde la familia y amigos cercanos a compañeros de profesión. También estamos muy contentos de lo conseguido. Recordamos por qué empezamos esto, y si nos sentáramos ahora en un sillón diríamos que estamos orgullosos de lo conseguido. Es verdad que el género comercial arrasa desde hace años, pero también vemos otras inquietudes musicales reflejadas en grupos muy jóvenes e inquietos.