B.Z.
Iruñea
PLENO DE INVESTIDURA EN CATALUNYA

Torra reivindica a Puigdemont y trata de seducir, en vano, a la CUP

Quim Torra se sometió ayer a la primera votación de investidura, en la que no obtuvo la mayoría absoluta suficiente. Aunque no concretó medidas, el candidato realizó un discurso en defensa de la legitimidad de Puigdemont y del mandato del 1 de octubre. No convenció, sin embargo a la CUP, que se mostró muy crítica con su candidatura.

«A la hora de comenzar este debate de investidura quiero dejar bien claro que nuestro president es Carles Puigdemont, que seremos leales al mandato del 1 de octubre de construir un Estado independiente en forma de República, y que nuestro programa de gobierno es la cohesión social y la prosperidad económica de Catalunya». El discurso de Quim Torra duró 52 minutos y 13 segundos, pero bastó el primer minuto y medio para resumirlo.

Por si no quedó claro, resumió el carácter del mandato que espera asumir mañana en segunda votación con tres palabras: excepcionalidad, provisionalidad y responsabilidad. La primera tiene que ver con la situación de cárcel y exilio («Yo no debería estar haciendo este discurso de investidura»), la segunda con la fidelidad jurada a Puigdemont («Persistiremos, insistiremos y lo investiremos») y la última, con la necesidad de formar gobierno y evitar nuevas elecciones. Algo que, sin embargo, dejó en entredicho a la tarde Puigdemont, cuando abrió la puerta a convocar elecciones a partir del 27 de octubre si la represión continúa.

Como estaba más que anunciado, Torra no logró ayer la mayoría absoluta necesaria para ser investido, por lo que tendrá que esperar a mañana para probar de nuevo. Entonces podría valer la mayoría simple que se produjo ayer: 66 votos a favor (JxCat y ERC), 65 en contra (Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú y PP) y cuatro abstenciones (CUP). Pero la incógnita se mantendrá hasta hoy, pues la formación independentista podría cambiar el sentido del voto en el Consell Polític forzado por tres asambleas territoriales que defienden votar No.

La investidura de Torra, por tanto, depende de los votos de la CUP, algo que ayer se hizo evidente en el discurso del candidato, que defendió la necesidad de formar Govern «para rehacer el país del ataque del 155», para «proteger y defender los intereses de los presos políticos y los exiliados» y para que «el país avance republicanamente en todos sus frentes». Qué quiere decir esto último queda ya en manos de la interpretación que cada cual sepa darle.

Torra realizó además numerosos guiños a la bancada de la CUP, que sin embargo no se sumó al aplauso final de los diputados de JxCat y ERC. El elemento estrella en este campo fue el proceso constituyente. «Aspiramos a que se convierta en un gran debate nacional catalán sobre el futuro de nuestro país, que trace el modelo social, económico e institucional que imaginamos para él», declaró Torra, describiéndolo como «un proceso de abajo a arriba que debe acabar convirtiéndose en una propuesta de Constitución de la República de Catalunya».

Otros ejes destacados fueron las ofertas de diálogo al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, así como el resumen inconcreto del programa de gobierno: restauración democrática de las instituciones –con el nombramiento de un «comisionado del 155»–, políticas de progreso y cohesión social –mencionó la Renta de Garantía Ciudadana–, políticas de prosperidad económica y redistribución, y por último, la internacionalización, sobre la cual anunció que el Govern procederá a «reestablecer, consolidar y ampliar la red de las delegaciones de la Generalitat».

También apuntó Torra, antes de acabar, dos fechas a corto plazo, dos citas que marcarán el devenir de los próximos meses. Conviene retenerlas: el juicio contra el 1-O en el Tribunal Supremo, previsto para otoño, y las elecciones municipales de la primavera de 2019.

Dura respuesta de la CUP

¿Convenció el discurso en las filas de la CUP? Ni mucho menos. A juzgar por la respuesta de su cabeza de lista, Carles Riera, todo lo contrario. «Si hoy estamos ante el cuarto candidato es porque ni JxCat ni ERC han querido desobedecer al Estado español para investir a Puigdemont, esto es un acto de vasallaje que va en sentido contrario al 1 de octubre», estableció nada más subir al estrado del Parlament.

«¿Nos quieren decir que gestionando la autonomía crearemos la situación para desplegar la República?», preguntó un Riera que criticó a JxCat y ERC sin contemplaciones. De hecho, apenas habló de los partidos unionistas ni del Estado español. Se centró en criticar «un programa de gobierno de naturaleza neoliberal, con las cuentas intervenidas y en medio, probablemente, de una crisis económica mundial». «¿Así quieren ensanchar la base soberanista?», siguió el portavoz.

Riera instó a realizar «actos de soberanía», empezando por la restitución en el Parlament de todas las leyes catalanas suspendidas por el Tribunal Constitucional en los últimos años. Se mostró dispuesto, para ello, a asumir las responsabilidades institucionales necesarias.

En el otro extremo tampoco faltaron las críticas a Torra, sobre todo desde la jefa de la oposición, Inés Arrimadas. La líder de Ciudadanos presenta cada pleno como una batalla a machete, dispuesta a no dejar pasar ni una ocasión para colocar eslóganes que puedan triunfar. «Usted ha venido a dirigir un CDR, no un Govern», le dijo después de sacar a relucir unos tuits poco afortunados de Torra de 2012 acerca de los españoles.

Un recurso, el de la arqueología digital, al que también recurrieron el resto de grupos de la oposición, si bien sus discursos, en especial los del PSC y de Catalunya en Comú, fueron ciertamente bastante más constructivos. El voto, sin embargo, fue igualmente negativo. Próxima cita: el lunes.

 

Declaraciones

«Seremos leales al mandato del 1 de octubre: construir un estado independiente»

QUIM TORRA

Candidato a president

 

«(Torra) ha demostrado que no tiene ningún interés en construir un diálogo»

MARIANO RAJOY

Presidente español

 

«Esto ha sido un acto de vasallaje que va en sentido contrario al del 1 de octubre»

CARLES RIERA

CUP