El parlamentario Rubén Velasco aseguró ayer que la decisión de darse de baja en Podemos «no ha sido fruto de un calentón», sino que «lo llevaba mucho tiempo meditando», y adelantó que mantendrá su escaño en la Cámara navarra, pese a que el partido le ha pedido que devuelva su acta.

Velasco es uno de los parlamentarios más cercanos a Laura Pérez, la exlíder del partido en Nafarroa cuya expulsión recientemente fue confirmada desde Madrid, desoyendo su recurso. Este parlamentario manifestó que «la gota que ha colmado el vaso ha sido» la situación del partido a nivel estatal.

Velasco, que mostró «vergüenza» de pertenecer a esta organización, consideró que «lo más coherente» era dejar un partido en el que no se siente representado y cuya dirección lleva diciendo desde hace tiempo que los denominados críticos son «ilegítimos».

«Se lo voy a poner fácil al partido, ya no represento a Podemos, y ya está», zanjó, tras asegurar que piensa mantener su escaño porque el acta «pertenece a las personas parlamentarias».

«Nos debemos a las personas votantes que nos refrendaron con su apoyo en las elecciones y no a unos órganos del partido que ya hemos denunciado, hace tiempo, que no responden a los más mínimos criterios democráticos», precisó.

En este sentido, la corriente de Pérez sigue siendo mayoría dentro del grupo parlamentario en Nafarroa y defiende su compromiso de mantener los acuerdos del cambio. La minoría oficialista dice lo mismo.